thirty-eight

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Viernes 3 de noviembre
Paris, Francia

Leandro ;;

Tenía a Giovani, Julián, Paulo y Rodrigo ocupando mi casa. Los cuatro monos habían venido a conocer a Noa y llenaron el living con regalos.

Esa nena va a conseguir que nos quedemos todos sin sueldo, y me parece perfecto.

Por el momento ella seguía cómodamente durmiendo en mis brazos mientras que ellos se peleaban por quien la sostendría primero.

Yo no podía parar de mirarla. Todavía no podía creer que ya la tenía en brazos, y la verdad, no la quería soltar más.

Agostina y yo nos estábamos acostumbrando de a poco. Habíamos dormido poco y nada estos días pero por más cansancio que tuviéramos, todo valía la pena.

— "Que lindo dilf, por favor." — Rodrigo me sacó de mis pensamientos, hablando como si me estuviera tirando un chamuyo. Giovani y Paulo lo siguieron, mientras que Agostina les dio la razón. Julián nomas se reía, no era muy de seguirles la corriente.

El único que me cae bien.

— "Ya sé que estoy re bueno, pero contrólense un poco, por favor. Hay nenes cerca." — Con la cabeza señalé a Julián y lo escuché quejarse por lo bajo.

— "Que humildad la tuya, amor."

— "Ay si, amor." — Rodrigo hizo la voz finita a modo de burla, llevándose un zape por parte de mi mujer. Agostina, digo. Se entendió. El gracioso siguió, haciéndose el que me tiraba besos junto con Paulo.

— "Yo ya me hacía la idea de que ustedes no eran tan heterosexuales." — Como por arte de magia se miraron entre sí con los ojos bien abiertos y se dejaron de joder. — "Se quedaron pensando, yo sabía."

No dijeron nada más y se acercaron para ver a Noa. Paulo estaba que saltaba de la emoción mientras que yo dejaba que Giovani sostuviera a la bebé. Pasaron de ser tres monos a las personas más delicadas del mundo una vez que la sostuvieron, y eso me dejaba muy tranquilo.

Julián también se acercó a verla, los cuatro observándola como si fuera lo más hermoso del mundo. Para mi si lo era. Me acerqué a Agostina que estaba sacándoles algunas fotos — al igual que siempre hacía, pero esta vez era para armar un álbum — y la abracé por la espalda, viendo de costado como esbozaba una sonrisa.

— "No son tan simios al final." — Comenté y ella negó con la misma sonrisa de antes, volviendo a levantar la cámara para sacar más fotos. — "Tengo terrible sueño."

— "Si querés cuando ellos se vayan te podes acostar un rato." — Ella ofreció mientras se concentraba en sus fotos. Me encantaba verla así, era tan hermosa. Me daban ganas de robarle un beso, y lo hice. — "Pollera."

— "¿Disculpame?" — La miré con asombro, y ella solo puso esa mirada maliciosa que tiene siempre que me jode.

— "Te disculpo."

— "No, creo que hoy va a dormir bastante y vamos a poder tener unas... dos horitas de sueño." — Respondí a su "oferta" anterior. Sabía que ella había dormido mucho menos que yo y no me parecía irme a dormir mientras que ella también tenía sueño.

— "Ojalá que si." —Me dio la razón antes de volver a acercarse a los chicos que algo estaban diciendo.

— "Se parece bastante a Leandro." — Dijo Rodrigo.

— "No le digas eso a la pobre nena, la vas a hacer sentir mal." — Paulo hizo como que lo retaba, mirándome de reojo.

— "Y eso que no la vieron con la cara de culo que tiene cuando se despierta, son una copia idéntica." — Acotó Agostina. La verdad son todos unos re compañeros. — "Vos sabes que yo te amo, Lean."

ACCIDENTALLY IN LOVE ;; leandro paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora