Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]

Capítulo 13.

NAYRA

El abuelo detiene el auto frente al instituto. Es lunes, Susan ha dicho que lo mejor para mí sería venir hasta hoy y aquí estoy, dudando si me siento lista o no.

—¿Vamos? —Alicia aparece entre el asiento del abuelo y el mío.

Regina ya ha bajado del auto y está entrando al edificio.

—Si no te sientes bien podemos volver a casa —el abuelo sugiere.

—No es necesario, estoy bien —tarde o temprano debo volver y prefiero salir de esto cuanto antes.

Ambas nos despedimos del abuelo y salimos del auto.

Todo va a estar bien, que ya haya tenido un ataque aquí no quiere decir que tendré otro, nadie más que Adexe y Natalia me vieron así que no tengo que preocuparme por los demás.

Entramos al edificio. Alicia no me quita la mirada de encima y eso me está incomodando, pero no digo nada hasta que llegamos a su piso.

—Estaré bien —lo digo más para mí misma que para no preocuparla a ella.

—Lo estarás —sonríe— ¿nos vemos a la salida?

Solo asiento y sigo subiendo, en el pasillo hay muchos estudiantes fuera de sus salones, muerdo el interior de mis mejillas y avanzo.

¿Por qué siento que todos me miran?

Tranquila Araceli, seguro todo está en tu mente.

Me doy cuenta de que no es así cuando paso al lado de unas chicas, ellas me miran y luego cuchichean entre ellas.

Adexe y Natalia no serían capaz de contar lo que sucedió ¿o sí?

—Araceli —Matías aparece a mi lado provocando que de un sobresalto.

Lo miro unos segundos y sigo mi camino. No quiero lidiar con él ahora.

—Ah sí que dime —me sigue—. ¿Por qué te gusta? ¿Por su fama? ¿Por su dinero? Admito qué es atractivo, pero vamos, ¿crees que es suficiente para pelearte con tu prima por él? —ríe.

—¿De qué hablas? —me detengo confundida.

—¿De qué más? De Adexe.

Adexe.

¿Los demás me miran por eso? ¿Ellos también creen que me gusta Adexe?

—Adexe no me gusta —intento seguir mi camino, pero me lo impide poniéndose delante de mí.

—Todos aquí lo sabemos, por eso has discutido con Regina ¿no? ¿Por eso te ha abofeteado? Porque no te importó que fuera tu prima y le has quitado a Adexe.

—Todo fue un malentendido —digo irritada— ahora déjame pasar.

—Entonces —me toma de la muñeca deteniéndome— ¿no te gusta Adexe?

—No —intento soltarme, pero su agarre es fuerte.

—Pruébalo —pide— prueba que no te gusta, siéntate conmigo en todas las clases y te creeré.

¿Qué?

—No tengo por qué probarte nada —indico molesta— ahora suéltame.

Él no accede.

—Matías…

—Suéltala —la voz de Adexe se hace presente detrás de mí haciendo que me ponga más tensa.

Lo que faltaba.

—Adexe —Matías me suelta y una sonrisa divertida aparece en su rostro— ¿te sientes grande porque dos chicas se hayan peleado por ti?