Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]

Capítulo 17.

~2012~

La pequeña Nayra se encontraba en su habitación mirando el exterior a través de su ventana. Llevaba un mes en ese lugar y aún no se acostumbraba a estar ahí y si le sumaba el extrañar a las personas que dejó, todo se volvía más triste.

—Hija —Ameli, su madre, entró a su habitación acercándose a ella. Ella había notado hace días que su hija aún no se acostumbraba a su nuevo hogar y estaba preocupada—. ¿Por qué no sales un rato? —le acarició el cabello con suavidad.

—No quiero —la pequeña respondió sin siquiera mirarla. Ella solo pensaba en su novio Adexe.

Se suponía que vendría a buscarme, entonces ¿dónde está?, se preguntaba mentalmente.

—Nuestra vecina vendrá en un rato con sus hijos, ¿no crees que es momento de hacer amigos?

La niña negó.

—Vamos cariño, sé que estás triste por habernos venido a vivir a México, pero no puedes seguir así, verás que no es tan malo como parece.

—¿Por qué no nos quedamos en casa, con los abuelos? ¿Es por qué papá no les agrada?

Ameli se tensó, sabía que su hija no era tonta y podía notar la realidad.

—No es por eso —mintió— nos mudamos por el trabajo de papá —en parte era cierto.

—Lo extraño mucho —la pequeña Nayra no pudo soportar más.

—¿Al abuelo? —su madre preguntó y la pequeña negó dejándola confundida— entonces ¿de quién hablas?

—Adexe —por fin miró a su madre.

—¿Quién es Adexe?

—Mi novio.

Ameli se sorprendió mucho con esa respuesta, ¿su hija de 7 años acababa de decir que tenía novio y ella no sabía nada de eso?

—¿Tienes novio?

La pequeña Nayra no respondió nada y dejó de ver a su madre para volver a concentrarse en la calle fuera de la ventana.

—¿Eran compañeros de clases? —es el único lugar donde podría tenerlo ¿no?

—Si.

Ameli se quedó en silencio, pensando que decir, su hija dijo que extrañaba a ese tal Adexe y por ello es por lo que estaba tan triste.

—¿Sabes que es el destino? —no estaba segura de que esa era la mejor forma de hacer que su hija ya no estuviera triste, pero al menos debía intentarlo.

—¿Qué es? —la pequeña Nayra preguntó interesada.

—El destino es… algo que le sucederá a cada persona más adelante, es algo que ya está decidido que tiene que suceder y algo que nadie podrá cambiar, por ejemplo, si alguien está destinado a ser el mejor cantante del mundo, no importa que dificultades pase al final logrará ser el mejor cantante del mundo.

Bien, tal vez podía haberlo dicho de otra manera más entendible, pero sabía que su pequeña era inteligente y con eso bastaba.