Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]

CAPÍTULO 9.

ADEXE

Astrid y yo entramos a la cafetería donde se está celebrando el Baby Shower de Regina. El lugar está lleno de rosado y azul ya que aún no se sabe el género del bebé, hoy será la revelación. Hay mesas puestas estratégicamente, Regina se encuentra en la mesa principal al lado de su esposo.

Después de felicitar a los futuros padres Natalia nos llama a la mesa donde se encuentra al lado de Matías, Alicia, Walter, Michelle e Ian.

¿Dónde está Nayra?

—Creíamos que no iban a venir —Nati nos dice después de saludarlos.

—El almuerzo con los del set terminó más rápido de lo esperado —Astrid responde con una sonrisa— y nunca he estado en un Baby Shower, me emociona la idea de estar aquí, Regina se ve muy hermosa y feliz.

Tiene razón y me alegra mucho verla así.

—Ahora todo es felicidad, pero esperen a que el bebé nazca y empiecen los lloriqueos y el cambio de pañales —Walter menciona riendo.

—Siempre seguirá siendo felicidad —Natalia frunce el ceño.

—Se me hace que eres de las que les hace ilusión ser madre, linda.

Ahí está de nuevo ese apodo. Me pregunto si a Matías le molestará, aunque sea un poco.

—Así es, me gustaría serlo en un futuro —asiente con una sonrisa.

—A mí también me hace ilusión —Michelle mira a Matías y él le responde con una sonrisa.

—¿Y ustedes chicas? —Ian pregunta a las demás.

—Me conformaré con ser la tía millonaria que consentirá todo lo que mi sobrino o sobrina quiera—Alicia responde con orgullo haciendo reír a todos.

—Yo siempre estuve segura de que no quería hijos —ahora es Astrid quien responde—, pero ver a Regina tan feliz me hace dudar.

—¿Y ustedes chicos? —Walter nos pregunta— ¿quieren tener hijos?

—Yo no me niego a nada —Matías responde primero.

—Yo si —Ian contesta alegre— una niña me haría ilusión.

—Una niña con ojos grises —la hermana de Ian comenta con picardía.

Miro al chico de ojos verdes que sonríe levemente y no puedo evitar apretar mis dientes con molestia.

—¿Y tú Ade? —Astrid pregunta cuando no respondo.

—Me gustaría tener dos, no importa si niña o niño.

Y de pronto Natalia comienza a reír. Todos la miramos confundidos sin entender que pasa. Ella le regresa la mirada solo a Matías y como si pudiera comunicarle algo él también comienza a reír.

—¿Qué es lo gracioso? —pregunto porque sea lo que sea es por mí.

—A y N —Matías responde sin dejar de reír.

—O N y A —Natalia termina por él.

El recuerdo me invade de golpe y me lleno de vergüenza. Fue cuando le dije a Nayra que quería casarme con ella y tener dos hijos a los cuales debíamos ponerle nombres con A y N.

No pueden traer eso ahora.

Al menos Nayra no está aquí.

—¿De que hablan? —Astrid pregunta— incluso te has puesto rojo Ade —pasa el dorso de su mano por mis mejillas.

No puede ser.

—De un momento humilde de Adexe —Natalia se sigue burlando.

Maldita sea la hora en que se lo conté.