Indeleble Parte I y II ~ [TERMINADA]

CAPÍTULO 16.

NAYRA

—¡Nayra! —Regina entra a mi habitación provocándome un susto que me hace soltar el móvil, el cual cae al suelo.

Lo levanto rápidamente pausando el vídeo qué se reproducía.

—¿Por qué entras así?

—¿Otra vez viendo el vídeo? —se sienta a mi lado, no hay diversión en su tono.

Solo asiento.

—¿De verdad no piensas ir a la fiesta? Aún hay tiempo.

—No puedo —me levanto con la intención de salir de aquí y no continuar esta conversación, pero Regina me detiene y hace que me vuelva a sentar.

—¿Te das cuenta de que estás haciendo lo mismo que en el pasado?

Me tenso con sus palabras, sé que tiene razón, estoy siendo una cobarde.

Ha pasado más de una semana desde mi cumpleaños y el accidente del abuelo y quise volver a la normalidad con Adexe, pero no he podido.

Y después de lo que sucedió en la playa con más razón. ¡Estuve a punto de confesarle lo que siento! Y creo que él sabe de quién hablaba esa noche.

—Se va mañana —mi prima sigue ante mi silencio— sabes que no podrás ir a verlo al aeropuerto porque tienes trabajo, tu única oportunidad es ahora en su fiesta de despedida.

—No puedo hacerlo, además... es una fiesta igual que la de su cumpleaños, habrá paparazis ¿y si alguien me reconoce o nos toma una foto? No quiero causarle más problemas.

—No utilices eso como excusa.

—No es una excusa —me levanto— y no sigas por favor, regresemos con los demás.

Esta vez no me detiene, salgo de la habitación y ella no tarda en seguirme.

La abuela y tía Cristina juegan con Chris mientras papá y el abuelo miran la televisión.

Le dieron el alta al abuelo ayer, los exámenes que le hicieron salieron bien, pero tendrá que volver el siguiente mes por si quedaron secuelas a largo plazo.

Regina se une a su madre y a su abuela mientras yo me siento al lado de papá. Quiero concentrarme en el programa que miran, pero no puedo dejar de pensar en Adexe.

Mañana regresa a Tenerife y se alejará de mí, lo más probable es que para siempre.

Una vez más viene a mi mente esa noche en la playa. No puedo olvidar su voz, su mirada mientras cantaba y como se quedó conmigo toda la noche.

Tal vez que se vaya sea lo mejor, así nadie estará confundido.

—Hija —papá me toma del brazo— ¿estás bien?

—¿Eh? —lo miro confundida.

—Tu abuelo te ha hablado tres veces.

—Lo siento —sacudo mi cabeza como si eso hará que me olvide de Adexe y miro al abuelo— ¿qué me decías?

—¿Has hablado con Ian? Hace tres días no sé nada de él.

Ahora que lo pienso yo tampoco se nada de él, desde el viaje a Miami casi no hemos hablado.

—No lo sé, tal vez esté ocupado con su trabajo.

—Deberías ir a verlo mañana, tal vez no se sienta bien y te necesite.

—Jorge, quedamos en que no insistirías con eso —papá le recrimina.

—Quedamos en eso porque me dijiste que Adexe sentía algo por mi nieta, pero el que se vaya mañana demuestra otra cosa, Nayra debería olvidarse de él y...