chapter 12 | doubts

1K 151 5
                                    




Era cierto. Todo lo que Taehyung le había hablado, todo acerca de los vampiros y marcados, era cierto.

Jimin y Jin habían estado hablando con él durante más de una hora, Jungkook aún tenía dudas y ellos fueron los mejores en aclarárselo.

Jimin, rubio y bajito con una nariz de botón y una sonrisa amigable, parecía de unos veintidós años y digo parecía porque en años humanos él tenía veinticinco, si hablamos de la edad que realmente tiene... tenía algunos ochenta y pico de años. Se había unido a Yoongi hace sesenta y dos años en el siglo XX. Jungkook se quedó boquiabierto cuando supo aquello o de seguro no fue eso, sino el enterarse de que este tenía un hijo con el vampiro. Taehyung le había mencionado sobre ello, sí, pero no ahondó mucho en el tema por temor a incomodarlo.

Según le había dicho Jimin, los bebés vampiro puede que se desarrollen con rapidez en el vientre, sin embargo, a la hora de crecer fuera de él, era más lento. Cuando un bebé vampiro cumple el primer año está supuesto a caminar y hablar con dificultad —como humano—, pero no es así. Un bebé vampiro al primer año, parece un bebé de siete meses.

Si hablamos de Jin, él es la definición de belleza. No es muy bajo, su cabello negro está peinado perfectamente, aparentaba unos veintitrés, pero tenía casi un siglo siendo pareja de Namjoon, su vampiro o amor de su vida como le había llamado. No tenían hijos, todavía no. Pero él había mencionado que quizás en el próximo lustro (5 años) pensaría en la probabilidad de eso.

Era sorprendente, definitivamente.

Ambos hombres le habían dado la bienvenida a su dúo que ahora se llamaría "triángulo" de los marcados, fueron suaves con él, amables, hablándole de cada pequeña duda que él tuviera.

Jungkook había preguntado mucho. Preguntó por lo que había pasado, si lo que Taehyung había dicho sobre que moriría era cierto y ambos asintieron algo incómodos ante ello y le explicaron el por qué. Aparentemente ambos, tanto vampiro como marcado, eran dependientes del otro y todo comenzaba a desarrollarse con más rapidez después de la primera mordida. El azabache se sintió un poco incómodo cuando tanto el rubio como el otro pelinegro le preguntaron sobre eso, pero no estaba apenado.

Otra interrogante que fue destinada a aclararse es todo respecto a la unión. Jimin y Jin habían completado el vínculo con sus nosferatus y ninguno de ellos se sentía mal con respecto a ello. Jimin le había dicho que la relación se reforzaba, que los sentimientos surgían rápidamente después de eso. Jin le había mencionado sobre lo solitario que solía ser Taehyung, le contó que no era mala persona y que le diera una oportunidad —sin saber que Jungkook se la estaba dando desde que se convenció que todo aquello no era tan malo—.

Jungkook solo escuchaba.

Fueron muchas respuestas y las dudas que solía hacerse no aparecían cuando debía o cuando podía aclararlas. Pero se sentía tranquilo con respecto a todo aquello.

—Jungkook, debes de saber que... —Jimin calló e intercambió una mirada con Jin, Jungkook les observó confundido.

—¿Qué debo saber?

—Lo que hizo Taehyung —mencionó Jin—, el darte su sangre para traerte de vuelta del desmayo, solo funciona durante cinco días.

—Si no completan la unión antes de eso —el rubio cerró los ojos por un momento y luego abriéndolos, viéndolo con compasión—, tú saldrás afectado con todo esto.

Jungkook apretó los labios y asintió despacio. No era tan malo, ¿cierto?

El azabache se sintió abrumado, una vez más después de todas las veces. Su vida está en riesgo, no era bonito que siempre dijeran que podrías morir. Desde que llegó a esa casa, desde que comenzó esa vida la palabra muerte le perseguía.

Hay algo que realmente hay que aclarar: Jungkook no se quejaba por Taehyung, sino por él. Porque Jungkook reconocía que Taehyung no tenía pinta de ser malo ni un poco, el castaño se había dedicado a cuidarlo desde su llegada: lo alimentaba, le proporcionaba ropa y le daba un techo en el cual quedarse. Al inicio pensaba que todo aquello era por el compromiso que llevaba con él, pero ahora las cosas cambiaban.

Y pensando bien todo lo pasado, Jungkook se había dado cuenta de que sin la llegada de Taehyung, él hubiese muerto. No por una enfermedad, tampoco por un accidente, sino por estar sin su vampiro, o sea, Taehyung. ¿Podría tener tanta mala suerte? No sabía por qué se preguntaba eso.

—¿Qué tal si te vestimos bonito y te maquillamos un poco para quitarte esa expresión de muerto que llevas, Kook?

Jungkook se ríe ante la ocurrencia de Jin, pero no duda en aceptar. Escuchando las bromas que se hacen Jin y Jimin entre ellos.

Jungkook quiere tenerlos como amigos o quizá ya lo sean, no sabe.

Jin le hace tomar una ducha, mientras revisa su armario y Jimin supervisa el contenido de las gavetas del closet: buscando maquillaje sencillo y de buena calidad.

—Ahora, Jimin, ¿qué le dice una foca a otra foca? —Jin le pregunta, aguantando la risa y Jungkook le observa mientras va saliendo del baño envuelto en una toalla.

—Ay, no, no de nuevo.

—Jungkook, ¿qué le dice una foca a otra foca? —repite Jin, dirigiéndose a Jungkook y aguantando aún más la risa de ser posible.

—¿Apaga tu foco? —duda el azabache, confuso y Jin niega riéndose— Entonces no sé.

—I love you, mothe foca.

Y las risas por parte de los tres marcados no se hacen esperar.

Night lovers | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora