El sonido intermitente de la lluvia hace la tarde amena en aquella casona. Las gotas de lluvia golpean y se resbalan por las ventanas del sitio, un azabache con su vientre de casi siete meses se halla curioso siguiendo el trayecto de aquellas gotas.Podría describirse como un momento efímero.
Las semanas habían pasado como gotas de agua, los meses por igual; pensaba. Así como también su ilusión de vivir como una persona normal en un mundo normal.
¿Las cosas podían cambiar así de rápido? Sí, podían. Aún se sorprendía por aquella respuesta.
Meses atrás, si alguien le hubiese dicho que estaba envuelto a un mundo sobrenatural por un vínculo a un inmortal y que podría quedar embarazado, probablemente se hubiera reído en alto; de la misma forma sucedía si le hubiesen dicho que se hallaría amando a aquel ser al que fue destinado, y aún más a la criatura que se desarrollaría y se desarrollaba en su interior.
A pesar de los malos ratos que últimamente había estado teniendo debido al embarazo y la pesadilla que todos esos días estaban siendo, se hallaba feliz, pleno. Y aquel sentimiento era algo que le faltaba hace unos meses; la felicidad, porque si bien estaba siendo un joven adulto normal a sus veintitrés años, se desvivía por sus estudios, apenas sí comía, su vida amorosa era prácticamente nula, no tenía amigos —a excepción de Yugyeom— y su familia —o la que se hacía llamar así— ni siquiera lo buscaba después de años.
Los entendía puesto a que él tampoco los buscaba.
Una torrente tormenta azotaba toda aquella zona en la que estaban. Aún no sabía el nombre, y no porque lo tenía prohibido, sino porque nunca le interesó saberlo. Le interesaban las tardes soleadas en el lugar, rodeado de árboles, arbustos y cervatillos que se observaban a lo lejos. Aunque no todo era bonito cuando llegaba la noche y aparecían los insectos. Sin embargo, quitando ese detalle, le agradaba el lugar. Y se había acostumbrado rápido a él.
El salón en el que se hallaba Jungkook estaba impecable, era difícil notar algún rastro de polvo a cualquier habitación a la que iba y el sitio no era la excepción, se notaba que la limpieza era minuciosa; otro detalle que también le agradaba. Los empleados estaban también, por lo visto, observando la lluvia. Eran alrededor de ocho los que estaban con él ahí, o quizás había más y no se tomaba la oportunidad de contarlos a todos. Todos ellos prestando atención a la lluvia, centrados más en el azabache, puesto a que por él es que estaban allí. Cuidándolo, mientras que el vampiro buscaba en la cocina uno de los escasos antojos de Jungkook.
Si hablábamos de los síntomas que habían hecho mella en el cuerpo de Jungkook, a pesar de que al inicio eran horribles —como los vómitos interminables, el cansancio, el apego, la necesidad de que Taehyung tomase su sangre, entre otros—, ahora eran casi nulos. Un embarazo vampírico tranquilo, digamos.
Y Taehyung agradecía aquello.
No porque le hubiese molestado los malestares, sino por la preocupación que supondría y se asentaría sobre él y por el dolor que pasaría su marcado. No obstante, por suerte, no era así.
Los truenos y relámpagos que alumbraban el cielo momentáneamente anunciaban que aquellas lluvias no se detendrían. Aún era de día, pero el cielo estaba grisáceo. Un gris oscuro que confundía el día con el anochecer, a pesar de que apenas eran las cuatro y veintisiete de la tarde.
—Frutas, bonito —habló Taehyung una vez y llegó con el pedido de Jungkook.
La frutas habían sido su principal obsesión desde que los síntomas le comenzaron a azotar el cuerpo, según Jungkook. No dejaba de pedirlas cada vez que iba a la cocina. Y aquello también era un poco raro, porque en vez de comer chucherías por antojo, únicamente consumía vitaminas, proteínas y demás.
ESTÁS LEYENDO
Night lovers | taekook
FanfictionJungkook es la pareja de sangre de Taehyung. Jungkook es un humano. Taehyung es un vampiro. ⨈ vampiros ⨈ taekook ⨈ taehyung top ; jungkook bottom ⨈ Mpreg Todos los derechos reservados. Historia escrita por mí, mundo creado por mí.