chapter 19 | a secret

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«No te cierres. Nunca se sabe. Podría abrirse el cielo».

Nota: palabras cursivas así, están siendo habladas en otro idioma.

Solo sé inglés y español, no me culpen :(

y traductor de google es un horror xd

Es tan bonito hacer click con la persona correcta, a pesar de todas las dificultades que supone estar con ella. Verla reír y sonreír, hablar alegremente, la manera en la que brillan sus ojos cuando comenta algo que le gusta, definitivamente todo. Eso podía afirmar Taehyung cada vez que veía las expresiones y acciones de Jungkook a lo lejos, mientras que lo observaba hablar con los marcados de sus hermanos. No se inmiscuía en su conversación, pero sí podía verle sonrojarse de vez en cuando y regalándole sonrisas tímidas a él cada vez que sus miradas solían cruzarse.

Jungkook era la definición misma de ternura y belleza.

—¿Todo salió bien, Taehyung? —pregunta Namjoon, tomando el mazo de naipes barajándoles mientras jugaban casino. Y dividiéndolas.

—Por la cara que ambos traen aseguro que sí —comenta Yoongi, formando un diez con las cartas encima de la mesa después de haber sido distribuidas de a cuatro a cada jugador y cuatro en la mesa.

—Al inicio estuvo bien —habla el castaño, mirando de reojo a Jungkook a lo lejos, mientras soltaba un cinco de picas en la mesa—, pero cuando le hablé de eso se puso tan mal.

—¿Sobre qué? —pregunta Namjoon.

—Lo de un posible embarazo.

—Si serás idiota, Taehyung —enuncia el de hebras blancas, negando—, todo este mundo para él es nuevo y que le añadas que puede quedar encinta es un cuchillo de doble filo.

—Es cierto, Tae —asiente Namjoon comprendiendo, tomando el diez que había formado Yoongi con el diez de rombos. Dos puntos—, si bien es posible que puede pasar una concepción tras formalizar la unión, debiste de esperar algo más para contarle.

—No soy una persona que guarda esas cosas así como así —menciona Taehyung, mientras Yoongi le lanza una mirada fulminante a Namjoon por tomar sus cartas—, hubiera sido peor contarle sobre la posibilidad más adelante. Y ahora estamos bien y eso es lo que importa.

—Pero aún no sabe si está encinta o no —comenta Yoongi, duplicando una construcción formando un catorce con el cinco de picas que estaba en la mesa y un nueve de tréboles que soltó— , pero tú, Taehyung, lo sabrás en unos días antes que él. ¿Qué pasa si lo está?

—Eso ya no supone un problema —menciona el susodicho, sonriéndole bonito a Jungkook a la vez que le veía acercarse.

✨✨✨

Los libros tenían su magia cada vez que se visitaba una biblioteca. No se trataba del grosor o si la portada era bonita, lo que te envuelve en un libro son los sucesos, la historia detrás del título atrae y ata el interés.

A Jungkook le fascinaban las bibliotecas, pero en realidad no sabía si era por su gusto a los libros o por el silencio que siempre las solía envolver. La tranquilidad. Sentirse libre envuelto de historias que no eran suyas, pero era como si las viviera a través de las letras que formaban las palabras, las palabras que formaban las oraciones, las oraciones que formaban los párrafos, y así sucesivamente. Era magnífico.

Taehyung le había mencionado que tenía que buscar algo relacionado a la dependencia de un no-sé-qué en unos libros, y por ello estaban ahí.

El castaño estaba sentado frente a un gran libro que aparentaba ser viejo y eso no solo lo dejaba ver sus páginas amarillentas. Por lo que había visto, el libro estaba en otro idioma —Taehyung había dicho que era latín— y Jungkook se alejó de allí enseguida. ¿Cuál era el punto de tratar de leer algo que no puedes entender?

Llevaban pocas horas encerrados ahí y Jungkook se estaba aburriendo. Los libros que estaban allí estaban todos en diferentes lenguas, no había ni siquiera uno en coreano, así que no podía leer nada y solo se escuchaba los susurros de Taehyung —que había catalogado como extraños por simplemente no entenderlos—.

Dependencia emocional de un vampiro hacia el marcado —Taehyung pasó página, mientras leía los incisos. No era eso lo que buscaba, era lo contrario. Marcado y vampiro. —Primeros días de unión, metamorfosis de un marcado, intensificación del des-

—Oye, Tae, ¿no estarás invocando un demonio?

Taehyung despega la vista de la página que iba leyendo para mirar a Jungkook que está desparramado sobre el sofá boca arriba, las piernas flexionadas, mientras que sus brazos están siendo alzados al aire; lleva puestas unas bermudas grises, una camiseta azul oscuro y unos calcetines blancos —las sandalias azules en el suelo—.

—¿Cómo?

—Seguro interrumpí tu ritual, lo siento —el azabache deja caer sus brazos y mira hacia Taehyung, sus ojos brillando por la luz que se refleja en ellos.

El castaño se pregunta seriamente si se ha quedado embobado por la pregunta o por la mirada brillante que le brinda Jungkook.

—¿Ritual? —el mayor observa a Jungkook sonriente, tiene que morderse el labio para no reírse. ¿Por qué eso había soñado tan inocente? —Cariño, solo estaba leyendo sobre-

—Sí, sí, sobre una dependencia de blah, blah, blah. —gira los ojos con desinterés y las mejillas cobrando un color rosa, aun no acostumbrándose a los motes cariñosos por los que Taehyung le llama con frecuencia— Estoy aburrido, Tae, y no entiendo nada de lo que hay en tus libros. Y tengo hambre.

—¿Por qué no me dijiste antes? —Taehyung se levanta y se acerca al lugar en que se encuentra el azabache, extendiéndole la mano para ayudarle a levantarse, Jungkook tomándola sin vacilar.

—Estabas muy concentrado leyendo tus cosas.

Taehyung toma el rostro de Jungkook con sus manos, brindándole un casto beso a sus labios rositas y las mejillas del azabache se oscurecen en color un poco más.

—De todas formas, debes comer, Jungkook, no quiero que descuides tus comidas.

El susodicho asiente y toma la mano de Taehyung por impulso. Alza la mirada hacia los ojos carmesí del mayor, embobándose unos segundos.

—Kook, entonces qué-

Taehyung calla cuando el azabache le hala el brazo un poco más abajo. Jungkook quiere besarle terriblemente, una necesidad se asienta sobre él.

—¿Quieres escuchar un secreto? —pregunta el menor. Taehyung le mira confundido, pero asiente— Tienes que agacharte más —susurra.

El castaño no sabe qué irá a contarle Jungkook, pero se agacha. Lo complace. Aun cuando le resulta gracioso que Jungkook sabiendo todas sus habilidades desarrolladas, quiera que se agache para escuchar algo.

Jungkook se apoya con su mano en el hombro de Taehyung, con los labios entreabiertos y sintiéndolos secos.

—Yo...

Los ojos de Taehyung observan atento a Jungkook, esperando el secreto que no llega. Ni iba a llegar porque al segundo siguiente el azabache había tomado al mayor por la nuca, atrayéndolo a su persona para colisionar sus bocas.

El beso empieza suave porque Taehyung se sorprende al inicio, pero los movimientos que hace Jungkook lo incitan a seguir, a profundizar. El primero se separa un poco para relamer sus labios y volver a unirlos con los contrarios, tomando a Jungkook por la cintura. Se siente como si fuera la gloria misma cuando el sinhueso del azabache es el que se cuela de entre sus labios. Él había aprendido tan rápido, piensa Tae, y corresponde porque también lo ansía.

Las mejillas del menor cobran más color porque se halla fantaseando de más. Su marca en la muñeca cosquillea y su pecho se siente caliente. Se ve otra vez queriendo más. Necesitando más.

Y Taehyung no iba a negárselo, no lo haría, porque también lo desea.

La inocencia de Jungkook solía depender de un péndulo. Solía.

Night lovers | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora