Night lovers | taekook

chapter 16 | next day

La mañana siguiente arribó en un parpadeo, Jungkook apenas sintió que descansó lo necesario. Al despertar, una especie de descarga eléctrica —o algo parecido ello— le rozaba la piel, pero al abrir los ojos no era más que Taehyung, quien lo tenía envuelto con sus brazos con los ojos cerrados.

No se sintió incómodo, al contrario. Era una extraña sensación que le decía que aquello estaba bien, estar junto a Taehyung, su Taehyung estaba bien. El corazón atiborrándosele de cariño. Como si hubiese sido así toda la vida.

Taehyung mantenía los ojos cerrados, estando despierto. No, no estaba dormido, solo estaba descansando junto a Jungkook. Se sentía bien estar rodeado por el cuerpo cálido de su marcado.

Las manos del menor fueron dirigidas al rostro del castaño, quitando algunas hebras molestas que estorbaban su vista. Taehyung es tan hermoso, Jungkook puede apreciar eso e indiscutiblemente se encuentra amando cada lunar que adorna su rostro. Taehyung lleva el torso descubierto, la sábana tapando cualquier brecha, uno de sus brazos estando envuelto alrededor de la fina cintura del menor. Jungkook se encuentra deseando besarlo terriblemente.

Por su propia decisión, el azabache se alza un poco dirigiendo sus labios a los contrarios, depositando un casto beso y alejándose despacio, aun creyendo que Taehyung está dormido. Por su parte, este último abre los ojos al instante, Jungkook quedándose inmóvil durante unos segundos. Juraba que Taehyung estaba dormido.

Taehyung alza su mano enseguida hacia el rostro de Jungkook, atrayéndole nuevamente para besarlo. Jungkook cierra sus ojos, correspondiendo; un mar de emociones ahondando en su sistema.

Recuerda a Jimin mencionarle vagamente el cómo sus sentimientos se profundizan. "Después de ser marcado los sentimientos nacen por sí solos, Jungkook", había dicho el rubio. Y definitivamente puede afirmarlo. No sabe si fue la manera en la que Taehyung lo cuidó durante todo este tiempo o si fue a causa de la noche apasionante que compartieron, pero su corazón desborda cariño, amor, aprecio, tantas buenas emociones hacia el vampiro que se haya pidiendo más, deseándolo más. Una sed insaciable lujuriosa inundándole.

Taehyung podría afirmar lo mismo, pero él llevaba siglos enamorándose de la misma persona. A la hora de encontrar a su marcado, un vampiro no tiene elección. Los sentimientos afloran con tan solo verlo, queriendo velar por su bienestar, cuidarlo, multiplicarse.

El beso. El beso derrocha delicadeza, lujuria y cariño, tres cosas difíciles de imaginar juntas, pero estando allí presentes. Sus labios colisionan repetidas veces y el castaño entreabre los labios para darle paso al sinhueso curioso de Jungkook.

Taehyung busca la manera de posicionarse sobre Jungkook sin romper el beso, tratando de posicionarse entre sus piernas, pero Jungkook se aleja de golpe.

—Demonios, eso duele —se queja, empuñando los ojos—. Arde como el infierno.

—¿Qué duele, cariño? ¿Estás bien?

Jungkook le observa con sus mejillas rojizas para luego responder: —Mi espalda baja, Taehyung. Se siente incómodo y arde.

➰➰➰

El agua se sentía tan bien rodeando su cuerpo desnudo en conjunto a las manos de Taehyung lavando su cabello. Era el paraíso definitivo.

—Kook, ¿te sientes mejor? —pregunta Taehyung. Está sentado fuera de la bañera en una silla de madera con unos pantalones de chándal y sin camiseta, descalzo.

—Síp —afirma, mencionando la "p" al final de la palabra.

—Uhm... te sientes como... ¿diferente?

—¿Diferente? —Jungkook se gira confundido, quejándose un poco por el movimiento, viendo el rostro de Taehyung de frente mientras este tomaba una toalla y se secaba las manos.

—Después de cumplir la unión —menciona y las mejillas de Jungkook cobran un rosa leve—, se nivela mi fuerza con la tuya, adquirimos las mismas habilidades.

—Entonces... ¿tengo poderes? —Jungkook se ve confundido, inclina la cabeza hacia un lado.— ¿Es malo?

Taehyung se apresura a negarlo.

—No, no, no, aún no sé, bueno, sabemos las habilidades que desarrollarás. No es malo, bebé.

El mote hace a Jungkook sonreír suave, fue como una caricia al corazón. ¿Por qué se sentía así de bien? Tenía que admitir que toda su vida se la había pasado encerrado en una burbuja sin relacionarse con nadie, el deseo ni siquiera naciéndole, pero en cuanto veía a Taehyung... es como si saliera de esa burbuja.

—Vamos —Taehyung le dice, levantándose de la silla y ayudando a Jungkook a hacer lo mismo, colocándole la bata de baño después de que le ayudó a secarse.

—¿P-Puedes cargarme? Por f-favor.

Taehyung le sonríe y asiente, pasando sus brazos tras los muslos de Jungkook mientras que él mismo se sostenía de su cuello, llevándolo en forma matrimonial hacia la cama y dejándolo sentado ahí. Allí le espera un desayuno sobre una bandeja apoyado en la mesita.

—Esta pastilla ayudará con la incomodidad, Kook —señala Taehyung a la vez que tomaba el medicamento junto a un vaso de agua—. Debes tomarlo en ayunas, ¿bien?

Jungkook asiente y la toma. Más tarde, Taehyung coloca la bandeja sobre la cama para que Jungkook comience a desayunar.

➰➰➰

El cosquilleo eléctrico revolotea todo su sistema por tercera vez en el día, mientras termina de cambiarse con una camisa amplia crema y unos bóxer sueltos que le quedan como pantalón. Aquello era extraño.

Taehyung está pendiente a él por detrás, mientras ve cómo Jungkook termina de abotonarse la camisa.

—Jungkook —llama Taehyung—, debemos hablar.

El susodicho afirma con la cabeza y se sienta en la cama, frente a Taehyung que está sentado ahí también, pero en una esquina.

—¿Llevas todo bien? ¿No te sientes incómodo? —interpela el mayor, acercándose un poco hacia el azabache.

—Estoy bien, Tae —responde.

—Cualquier molestia házmela saber, ¿sí?

—Bien —asiente Jungkook.

Taehyung se relame los labios nervioso.

—Anda, suéltalo —anima el menor—, no me enfadaré.

Pero Taehyung no responde, en cambio, toma el brazo de Jungkook acercándolo a sí. No se siente hambriento y no es como si vaya a alimentarse, pero eso no le impide a Jungkook cerrar los ojos y esperar la mordida que cree saber que viene. No lo hace.

—Jungkook —llama nuevamente el castaño—, ¿sabes sobre los embarazos vampíricos?