—Los vampiros nos alimentamos gracias a la sangre de los marcados, y cuando estos no están, de sangre común humana —habla Taehyung—. Nos da sostén y fuerza para poder soportar cualquier impacto.Jungkook está atento, mientras observa al castaño quien está de pie jugando con un bisturí entre sus dedos.
—Pero en los marcados la sangre funciona diferente. Ustedes no pueden tomar sangre humana ni animal porque las repelen; sin embargo, la sangre de un vampiro hace la misma función que hace en mí con la sangre de un marcado. ¿Entiendes?
El azabache asiente.
—No llegué a comentártelo luego de la unión, pero cada cierto tiempo debes tomar de mi sangre. —avisa— Debes hacerlo ahora, tanto tú como el bebé la necesitan.
—¿Y por qué el bebé? —duda Jungkook.
—Cielo —llama Taehyung—, el bebé también necesita fuerza.
El menor frunce el ceño, analizando las palabras de su vampiro. Su mirada cayendo sobre sus manos que están apoyadas en la curvatura algo visible de su vientre.
—¿No se supone que él es alguien como tú, Tae?
Taehyung se acerca, sentándose al lado de Jungkook en el sofá, mirándole y asintiendo.
—Lo es, pero está pequeño, Kookie —murmura—, algunas cosas que necesita para poder desarrollarse no lo proporcionan las comidas que ingieres.
—¿Y no puede tomar mi sangre, entonces?
Taehyung niega y le sonríe despacio.
—No, cariño. Él te reconoce como uno de sus progenitores, por lo que no quiere dañarte alimentándose de ti. Quiere cuidarte.
Jungkook entreabre sus labios. ¿Su bebé quería cuidarle? ¿No se suponía que era al revés?
Taehyung alza el bisturí frente a los ojos de su marcado, explicándole que mantendrá la hoja del objeto presionada en su piel para que la herida no sanara y Jungkook pudiera llenar la mitad de una copa de cristal con la sangre sin problema alguna, el azabache asintiendo ante la explicación y sintiéndose un poco nervioso. Si bien antes ya había ingerido la sangre de su vampiro —minutos antes de efectuar la unión—, debía de admitir que en ese entonces estaba cegado por la lujuria que lo azotaba cada vez que Taehyung tomaba de él y no recordaba mucho de lo que hizo, exceptuando el hecho de que después de tomar una cierta cantidad su marca dolió.
Ahora estaba completamente consciente y se volvería una especie de vampiro porque también debía ingerir sangre cada cierto tiempo, la única diferencia es que la sangre que él necesitaba no era sangre humana u animal, sino de un vampiro. Además, su bebito que crecía en su interior también la necesitaba; un sentimiento transmitiéndole a Jungkook el querer hacer de todo a favor de la pequeña criatura que se desarrollaba dentro de él.
La hoja del bisturí se desliza por la piel del brazo de Taehyung y ahonda en los tejidos de este, un hilo grueso de sangre comenzando a salir de la incisión que cierra de a poco la primera línea, pero que se mantiene abierta en la parte en que el objeto no sale. Jungkook no tarda en tomar la copa de cristal que el vampiro le había traído, colocándola bajo el hilo grueso de sangre que brota del brazo, esperando a que llene.
La sangre no cae al piso y todo eso gracias a una manta gruesa negra que Taehyung colocó segundos antes, que absorbía el poco fluido que se derramaba fuera de la copa. El olor de la sangre de Taehyung, para Jungkook, no era desagradable; al contrario de lo que él creía —la sangre oliendo y sabiendo a hierro— la sangre de Taehyung olía diferente y cuando tomó la mitad de la copa que necesitaba... comprobó que también sabía diferente. No podría describir el sabor, o incluso el olor, era extraño, pero rico y le acariciaba la garganta de una manera tan cálida que le encantaba.
¡Y no le causaba náuseas o vómitos! Todo un éxito.
Hace unos segundos el bisturí abandonó la incisión en el brazo de Taehyung, quien observó atento cómo Jungkook se tomaba como agua la mitad —o sea, hasta donde se había llenado— de la copa con sangre. No notando disgusto en su expresión.
Entonces no es tan malo.
Jungkook le observa confuso.
—No, no es malo —comenta.
Taehyung asiente, aunque más rápido analizando lo acababa de suceder. ¿Acaso Jungkook acaba-
—¿Yo acabo de?
El castaño lo observa asombrado.
—Acabas de leer mi mente, cariño. —definitivamente lo había hecho.
Y esta vez es Jungkook quien se asombra y enrojece cuando escucha un 'tierno' por parte de Taehyung.
—¡Juro no fue intencional! —el azabache junta sus mano y cierra sus ojos.
—Está bien —Taehyung sonríe, quitando la copa de entre los dedos de Jungkook para apoyarla sobre la mesa y tira la manta que estaba sobre sus piernas al piso, atrayendo al azabache a su cuerpo y deposita su mano derecha en el vientre de este. Jungkook se apoya en su hombro y cierra los ojos, no creyendo que acaba de tomar de la sangre de Taehyung y que ¡pum! por arte de magia había terminado leyéndole el pensamiento.
¿Acaso me he vuelto una especie de brujo?
—No, mi amor, no lo has hecho. —Taehyung responde— Solo es algo que debía suceder, quizá duró un poco para aparecer.
—Uh, okay.
—Y todavía faltan más por venir.
Jungkook se aleja de hombro y observa a Taehyung confundido.
—¿Más?
—Desarrollarás más habilidades, Kook. Mis mismas habilidades.
Todo se vuelve silencioso. Taehyung sube sus muros mentales, lo que provoca que Jungkook no escuche nada —no hay nadie más en la casona—. Y Jungkook, por su parte, se relaja, volviendo a apoyarse en el cuerpo de Taehyung.
El azabache se siente extraño, no puede negar que aquella ingesta le ha cambiado algo dentro de sí. No está seguro de qué, pero por lo relajado que su vampiro está, quizás y solo quizás Taehyung sabe cuál fue el cambio. Pero Jungkook no pregunta, no porque no quiera, sino porque comienza a sentirse soñoliento y no presta atención más que a las caricias que recibe por parte de Taehyung.
El castaño se siente tranquilo, en paz viendo la oscuridad de la noche a través del ventanal de aquel salón con Jungkook entre sus brazos. La noche tan negra y hermosa, como siempre.
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Night lovers | taekook
FanfictionJungkook es la pareja de sangre de Taehyung. Jungkook es un humano. Taehyung es un vampiro. ⨈ vampiros ⨈ taekook ⨈ taehyung top ; jungkook bottom ⨈ Mpreg Todos los derechos reservados. Historia escrita por mí, mundo creado por mí.