Night lovers | taekook

chapter 6 | reasons

El comedor está envuelto por el silencio, lo único que se escuchan es el sonido de la plata de los cubiertos, cucharas, palillos y cuchillo de vez en cuando chocar con la porcelana. Taehyung y Jungkook desayunaban, el primero solo mantenía una copa en sus manos y el segundo se servía de cada una de las cosas que le habían puesto, porque quería probar y un plato de comida no se le negaba a nadie. ¿Ya lo había dicho, no?

Sin embargo, a pesar del ambiente silencioso que había en su entorno, ambas mentes de ambos chicos no podían callarse. Jungkook estaba lleno de dudas y Taehyung... Taehyung derrochaba ternura por cada poro a pesar de tener el rostro completamente serio.

El azabache comía, pero cada bocado que daba era con distracción. No lo malinterpreten, estaba disfrutando de la comida, pero sus pensamientos estaban dirigidos a cualquier otra cosa o cosas que quería preguntar porque, a pesar de que algunas de sus preguntas habían sido respondidas la noche anterior, aún estaban muchas presentes. Quería preguntarle muchas cosas a Taehyung, pero debía primero terminar de desayunar porque sabía que aquella conversación demoraría mucho —por no decir bastante— tiempo.

Taehyung, por su parte, se maravillaba por el apetito de Jungkook. No lo malinterpreten a él tampoco, es que con tan solo ver al azabache comiendo él se sentía satisfecho. ¿Se da a entender? Su mente también estaba ruidosa, sí, pero no era porque temía por lo que Jungkook podría preguntarle, no. Taehyung tenía muchas cosas por decirle a Jungkook, quería hablarle sobre la unión, sobre todo el tema que rige al mundo vampírico, debía aclararle muchas cosas y temía con que el tiempo no era suficiente. Como vampiro, se puede creer que dispones de mucho tiempo porque tienes una vida muy larga, literalmente; pero cuando tu vida eterna se veía enganchada a otra vida que realmente no sabías cuánto duraría, el tiempo que crees que es mucho, se vuelve nada.

Jungkook apoya los palillos y deja de comer cuando se siente satisfecho, inmediatamente los platos y cubertería que usó para comer son retirados. Y se siente incómodo porque jamás había sido tratado así.

—¿Puedo volver a la habitación en que me estoy quedando? —le pregunta a Taehyung que aún le observa y termina de beber su copa. Jungkook no era tonto, sabía lo que contenía eso.

Taehyung le observa de arriba a abajo cuando le ve ponerse de pie, sus ojos brillando por el reflejo de la luz. Jungkook tiene unos pantalones cortos anchos negros y una camiseta del mismo color que le quedaba grande cae por sus muslos, su cabello está lacio muy lacio. No puede negar que le gusta la vista, porque vamos, es Jungkook. ¿Qué no le queda bien?

—Vamos.

Jungkook se aturde una vez que escucha eso, pero no refuta su palabra. Es lo más conveniente y aún tenía dudas que quiere resolver y siente que serán resueltas.

➰➰

Una vez en su habitación toman asiento en su cama, ambos distantes, pero juntos.

—¿Puedo preguntarte algo? —pregunta Jungkook, mientras juega con la sábana en sus dedos.

—Puedes preguntarme lo que quieras. Adelante.

El azabache toma una respiración honda antes de comenzar con su cuestionario, por así decirlo. No necesita pensar mucho para saber cuál sería su primer pregunta.

—¿Mi padre sabía sobre esto?

Taehyung analiza la pregunta antes de asentir suavemente como afirmación. Todo cobra sentido después de eso.

—Cuando acababas de cumplir los seis meses de edad, aparecí en la casa de tu padre tratando de explicarle que me pertenecías —explica el castaño. Jungkook frunce el ceño ante la palabra de pertenencia porque él no le pertenecía a nadie, más que a él mismo—. Tu padre lo sabía, sin embargo, se negó a entregarte. —Taehyung asiente despacio y se levanta de la cama, comenzando a caminar en círculos.