—Tenemos que cerrar el cáterin antes de que llegue abril, o nos quedaremos sin servicio. Ya sabes lo demandado que suele estar todo para esa fecha, y... ¡Álex! ¿Me estás escuchando?
La voz de Steph me llega como un eco lejano, pese a tenerla sentada a mi lado.
—Sí... claro.
—¿Qué ocurre contigo? Últimamente, estás en la luna —refunfuña, cruzándose de brazos.
Hemos venido a una cafetería que le gusta, y ya nos han servido el desayuno. Ella se ha pedido uno de esos batidos especiales horripilantes que suele tomar, verdes y asquerosos que saben a rayos. No entiendo cómo es que puede meterse eso en el cuerpo a esta hora de la mañana.
—Lo siento. Tengo muchas cosas que resolver.
—No puedes seguir así. Tu hermano te está volviendo loco.
—No es eso...
—Claro que lo es. Tienes que sacarlo de tu casa lo antes posible.
—Anoche no durmió en el apartamento —asumo con pesar. La idea de que Demyan y Nora hayan pasado la noche juntos, me pone como un energúmeno.
—Lo habrá hecho en un hotel con alguna prostituta barata.
Su tono es tan despectivo, que me produce rechazo. ¿Cómo puede hablar así? Sé que mi hermano es un desastre, pero me molesta mucho que se refiera a él de esa manera.
—¿Es mucho pedir que hagáis las paces?
—Sí. Es un hortera, jamás nos llevaremos bien.
—Vaya... Qué buena manera de empezar la vida de casados.
—¿Acaso no eres consciente de cómo me ha mirado esta mañana?
—No.
—Con deseo, como si quisiera... ya sabes.
Pongo los ojos en blanco. Stephanie y sus malditas paranoias. La que va a terminar por ingresarme en un psiquiátrico será ella.
—Ha criticado tu vestimenta, cariño. No te comía con los ojos.
—Eso es lo que crees. —Gruñe y da un sorbo a su bebida—. De todos modos, no pienso aceptarlo. Más le vale cuidar sus modales, soy una mujer con clase y no tengo por qué aguantar semejante humillación.
—Vale. Háblame del cáterin.
Intento desviar la conversación porque esta discusión no nos llevará a ninguna parte y estoy harto de escuchar los reclamos de mi novia con respecto al comportamiento de mi hermano.
—De acuerdo, he pensado que la recepción podríamos hacerla en el...
Y otra vez me pierdo en mis pensamientos. No me interesa en absoluto este tema. Desconozco por qué todo lo que tenga que ver con la boda, no me hace la más mínima ilusión. Espero que ella se ocupe de todos los detalles, porque yo no tengo ni tiempo ni ganas de involucrarme en la organización. Algo me dice que rondaremos los trescientos invitados.
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Sentirte Decir "Te Quiero" #crisálidas3
RomanceDos rayas rosas pueden cambiar tu vida para siempre, y Nora lo sabe mejor que nadie. Porque cuando la prueba de embarazo resulta positiva, se convence de que su vida dará un giro de ciento ochenta grados. Álex se ha forjado un futuro lejos de su pa...