Dos rayas rosas pueden cambiar tu vida para siempre, y Nora lo sabe mejor que nadie. Porque cuando la prueba de embarazo resulta positiva, se convence de que su vida dará un giro de ciento ochenta grados.
Álex se ha forjado un futuro lejos de su pa...
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Llego al bar después de comer y haberme reunido con mi nuevo contable. Sí, he decidido delegar por fin algunas tareas para tener más tiempo libre. Quiero dedicarle más atención a Nora y a Sophie, y para ello necesito ayuda.
Me encuentro con Demyan y Kenner en la barra. El bar está tranquilo a esta hora, aunque no tardará en llenarse. Últimamente, y desde que la banda comenzó a tocar los fines de semana, se ha hecho más popular. He notado considerablemente la afluencia de público y, por tanto, de los ingresos. Supongo que es buena señal, pero también eso acarrea más problemas y más responsabilidades. Cuanto mejor vaya el negocio, más atención requiere. Hasta me planteo ampliar la plantilla y pedirle a Nora que reorganice los turnos.
Todos están dando lo mejor de sí, hacen algunas horas de más cuando pueden, pero tampoco puedo exigirles más de lo necesario. Aquí cada uno tiene su vida y eso lo respeto. No puedo disponer de ellos cuando se me antoje y debo tener preparado un plan B.
—Hola, chicos. ¿Todo bien?
—Álex, necesito hablar contigo un momento.
Demyan me hace una seña para que vayamos a mi despacho y, con un movimiento de cabeza, lo invito a seguirme. Dos minutos más tarde ya estamos allí, pero no alcanzamos a sentarnos, que ya me está tirando la bomba.
— EkStaz tiene una oferta.
Abro grandes los ojos, sentándome sobre el borde del escritorio.
—¿Cómo?
—Una discográfica. Los Ángeles.
Mi mandíbula se descuelga y mi hermano se mofa de mi gesto.
—No me lo creo... ¿Cómo lo habéis conseguido?
—Gracias a Neil. Su padre es propietario de una y les ha enviado un vídeo de uno de nuestros conciertos.
—¿Nora lo sabe?
—Ella me lo ha comentado a mí, y como imaginarás, le he dado el visto bueno para que viajemos. Frank todavía está intentando asimilarlo, el muy capullo se quedó mudo cuando le llamé.
—Demyan, esto es... ¡Joder! ¡Grabaréis un disco!
—Hay que ver qué ofrecen. No nos adelantemos a los hechos.
—Tengo que llamar a Nora.
—Hazlo, está muy ilusionada —comenta y sale del despacho, aunque antes de cerrar la puerta, se asoma para decir algo que me deja frío—. Álex... Esto es muy importante para ella. Espero que apoyes su decisión.
Mi hermano se esfuma y lo primero que hago es coger el móvil. Nora me confirma lo que me ha contado Demyan.
—Le he pedido a Neil que cierre la entrevista. ¡Álex, no me lo puedo creer! ¡Esto es un sueño hecho realidad!
