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– No puedes hacer esto –el hombre se sentaba sobre el sofá.

– Lamento tanto esto.

– No digas nada, lo estás empeorando.

– Estoy tratando de ser completamente sincera contigo.

– ¿Cuando lo fuiste?.

– Desde que pise tu consultorio te abrí mi corazón.

– Si...pero mi pregunta es ¿Cuando lo cerraste? –me quedé callada unos segundos más.

– Alec...–él se levantó– Tengo que irme.

– ¿Eso será todo?.

– Si.

...

– ¿Dónde está ella? –entro a la casa rápidamente mientras trataba de buscar a la chica con la mirada.

– Ella tuvo que ir a un asunto...– Meg cerraba la puerta– ¿Dime que a sucedido? Él...–el rubio asintió.

– Él a despertado...pero...–la puerta se abrió, la rubia entraba lentamente mientras miraba con confusión al hombre que se encontraba con Meg.

– Horan....–había pasado al rededor de una semana después de la última vez que se vieron en el aeropuerto de Chicago.

– Yo iré a preparar algo de tomar –Meg se iba rápidamente.

– Siéntate tenemos que hablar –ella se quedó quieta en su lugar– Por favor.

– No...– se acercó lentamente– Es Harry verdad...te dije que no quería alejarme ni un puto día, te dije que nos veía venir aquí.

Se acercó a él, sentía que el piso se hundía, comenzó a llorar en silencio, el rubio se acercó a ella y la abrazo con fuerza mientras acariciaba su cabello.

– Tranquila...Harry está bien...–ella alzó su mirada– Dentro de lo que cabe él está bien.

– De que mierda hablas.

– El despertó dos días después de que tú te regresaste aquí a florida – la chica se alejó de inmediato.

– Hijo de puta te dije que me avisarán y tú solo decidiste callar ¿Por qué mierda no me dijeron antes? –camino hacia las escaleras.

– Lía no e terminado de hablar.

– Tu y yo no vamos a hablar, así que consigue los malditos boletos de avión por qué valor a ir ahora mismo a Chicago.

– El ya no está en Chicago, se lo han llevado a Inglaterra –ella se detuvo en seco, había desaparecido los últimos 6 días y no había recibido la noticia.

– ¿Qué estás diciendo? – ella bajo las escaleras nuevamente– ¿De que carajo estás hablando el acaba de despertar de un puto coma de casi 2 meses y de la nada deciden llevárselo a Inglaterra y sin decirme una mierda?.

– Es que...–le interrumpió.

– Prepara los putos vuelos, este dónde esté...tu y yo vamos a volar a dónde él esté.

Subió con rapidez las escaleras para empacar las cosas necesarias para el viaje, el rubio se quedó sobre su lugar viendo hasta la parte alta de la casa, Meg se asomaba por el pasillo con la bandeja llena de vasos con limonada, Horan se volteó a verla unos segundos.

– ¿Algo no anda bien no es verdad?–ella podía notarlo en los ojos del chico.

– No...–volvio a mirar las escaleras, del pasillo de arriba volvía a salir la chica con una maleta en sus manos y sus papeles en ellas también.

Mafia Y Pecado |H.S| (Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora