Mafia Y Pecado |H.S| (Edición)

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– ¿Qué es lo que quieres? –me acerqué, su mano temblaba, eso daba a entender una sola cosas, nunca en su vida había utilizado  una maldita arma.

– Tú...– me apunto con el arma, Harry me apretó con fuerza la mano– Ni si quiera me interesa si te quedas con él...pero no voy a permitir que lo hagas con Sky.

– Sky no me interesa sentimentalmente Lindsay.

– ¿Es que no lo entiendes? –comenzo a derramar lágrimas, mire a Harry, Niall y después a Louis, todos estaban totalmente confundidos.

– Baja la maldita arma Lindsay –Sky se acercaba.

– Ven conmigo...–ella lloraba, Sky dejo caer su bolso– Ven conmigo o te juro que voy a disparar.

– No sabes usar una arma ni si quiera le atinarias a... –Lindsay colocó el arma sobre su cabeza, el momento se paralizó, la gente que pasaba miraba la acción, mirando hacia el edificio, nadie se encontraba dentro ni si quiera el de recepcionista, Harry dejó de tomarme de la mano, lentamente subía su mano a su cadera, llevaba un arma.

– Por favor...–Sky dejo caer su bolso y comenzó a caminar hacia ella a pasos cortos, nos lanzó una última mirada, al llegar a ella Lindsay la tomó a la fuerza aprovechando la altura de la rubia, comenzó a caminar hacia el auto que Louis y Niall tenían– Las llaves... –Horan acercó con sus mano las llaves del auto.

Cuándo logro subirse al auto lo puso en marcha.

– Esperen...nadie va a moverse, si la seguimos va a cometer una estupidez– El auto tiene un chip, no podrá salir de aquí fácil.

– Harry...dame las llaves del auto.

– ¿Que no has escuchado? Ella no es tan estúpida si ve que la sigues va a dañar a tu amiga, esperemos unos 30 min, le marcare a Frederick –Niall se limitó a responder algo en todo este tiempo, caminamos hacia el auto de Harry y nos metimos, Louis y Frederick estaba planeando el rescate mientras se comunicaban por teléfono, Harry nos llevó hasta la casa de seguridad de Londres, en todo el camino no me soltó, tenía mi mano entrelazada a la suya.

– Listo...se dirigen a Oxford.

– ¿Por qué allá?.

– Van hacia el orfanato –todos miramos al rubio– Sky mencionó una vez que ahí había conocido a Lindsay,  el orfanato cerró años después de que ellas escaparan.

– ¿Por qué se la llevaría ahí?.

– Por qué el edificio está abandonado, solo vean acabamos de darnos cuenta que está chica está loca, a de tener algún tipo de trauma o simplemente no tiene otro lugar a dónde ir.

...

– Sea lo que sea Lindsay estás cometiendo un error, aún puedes regresar y.

– ¡Ya cállate Sky no me dejas pensar!

...

– Esto es una maldita locura —el hombre seguía su propio auto.

– Ojalá pudieras recordar la más mínima travesura que tú pequeña mujer a hecho durante todo este tiempo —Louis sonreía sobre el computador, estaban rastreando a las dos chicas, que ya habían llegado al destino, el orfanato.

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–Escúchame bien Horan, voy a bajar del maldito auto, vas a esperar mi señal para arrancar el auto —ella se preparaba mientas de la guantera sacaba una revolver, el chico abrió casi los ojos de la impresión.

– ¿Cuál es la señal? Dejame ir contigo, ella es mi novia —la rubia lo miró, estaba con los ojos llorosos, en su mirada no había absoluto miedo, pero...ella no se arriesgaría a perder a otro de sus amigos— Lía no lo hagas...— por su mirada él sabía lo que estaba a punto de suceder.

La chica salió de inmediato, antes de que el pudiera parpadear, ella ya había colocado seguro al auto, camino casi corriendo a la entrada del enorme edificio, se habían estacionado mucho antes de llegar al lugar, estaba oscuro y lo único que alumbraba la entrada era la luna. Rodeo el orfanato mientras lograba entrar por una ventana rota de la parte trasera del jardín, todo estaba oscuro pero tenía que ser más ágil que eso.

...

– Sabes que no quieres hacer esto —la chica alzó la voz de inmediato mientras la castaña la empujaba apurandola para subir el último escalón, la llevaría a la parte más alta del edificio.

– Cállate y sigue  caminando Sky.

...

Los ruidos provenían de no muy lejos, la chica camino sin tratar de pisar algo duro y crujiente, habían demasiados escombros dentro del orfanato, se cagaba de miedo el imaginarse lo que estaría más adelante en cada paso, pero su orgullo y valentía eran más grandes que eso.

Todo estaba en un total silencio, continuó el camino recorriendo ahora el segundo piso, no había nada.

...

– Carajo –masculló mientras sostenía el arma apuntándose a Sky de nueva cuenta, la puerta de la última habitación del tercer piso estaba bloqueada– Quita el escritorio.

Le ordenó a la rubia quien se acercaba temblorosa, tomó dos sus pequeñas manos ambas esquinas empujando con fuerza. El chillido de las patas del mueble se escuchó por todo el tercer piso hasta llegar al segundo.

....

La mujer miró hacia arriba, el ruido provenía del segundo piso, con pasos sigilosos comenzó a subir los escalones.

...

– Voy a entrar — el castaño se acomodara el arma sobre su cadera, miro a su amigo quien se bajaba del auto también— Tomlinson es mejor que te quedes aquí y espera cualquier movimiento.

– Por dios Harry, sin mi no eres nadie en las misiones.

Rodeó los ojos, no estaría ahí discutiendo con el ruso por más de 1 minuto, ambos entraron desde la misma ventana que la chica, todo estaba en silencio, hasta que el estruendo se escuchó por todas las paredes viejas, sus corazones se detuvieron por un segundo.

– Lía —Harry corría hasta las habitaciones tratando de encontrar el lugar, hasta percatarse que había ruidos y lloriqueos desde la la parte de arriba, corrió hasta subir al segundo piso pero no hubo ninguna pista, se percató que los ruidos provenían del último piso, estaba a nada de correr por las escaleras pero Louis lo detuvo en seco.

– No sabemos qué ocurrió y si ella sigue armada, colócate atrás de mí.

El hombre se adelante primero sosteniendo su arma firmemente.

...

Momentos antes...

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