Nos separamos del beso y nos miramos agitados, le di al botón del móvil y activé la pantalla para ver la hora.
-Son las 00:33, lunes...
Su respuesta fue posar la mirada en mi boca de manera voraz.
-Yo ya estoy estresado- respondió.
Me lancé, besándolo frenéticamente y sentándome encima sintiendo un placentero bulto en mi intimidad, un bulto que sabía muy bien que iba a complacerme, así que empecé a dar leves círculos para frotarme. Me agarró fuerte del culo y con una gran habilidad nos levantó a ambos para caminar hasta mi cuarto, donde me dejó bajar para desnudarse.
Cerré la puerta para que su gato no nos interrumpiera mientras él se quitaba la camiseta y los pantalones, dejándose solo su calzoncillo Big Dick porque no le di tiempo a quitárselo.
Me agarró demandante de la nuca y volvimos a juntar nuestras lenguas en un fogoso e intenso beso en lo que lo masturbaba por encima de la tela y me gruñía con cada roce, separándonos con un hilo de nuestra saliva mezclada para quitarme las braguitas a la vez que él se desprendía de su última prenda.
Me agaché ansiosa y tras mover su piel de arriba abajo un par de veces, colocó las manos en mi cabeza e hizo un apaño con mi pelo para que no molestara, dejándomelo más fácil para meterme su gran pene en la boca y empezar a lamerle su rosada punta y el largo del tronco que sí entraba. Acariciando sus bolas junto al vaivén del oral, mirando hacia arriba para ver cómo me miraba atragantándome con su miembro y cómo se me humedecían los ojos ante semejante festín.
Se le notaba su autocontrol de profesión al notarle todas las venas del cuerpo hinchadas, notando que estaba haciendo una gran labor por no ahogarme follándose mi boca. Algo que en realidad no me molestaba pensar hasta que lo hizo tras recoger en su pelo para no perder sus privilegiadas vistas, calentándome aún más por lo bien que le quedaba.
-Esto es lo que quiero- gruñó empujando su falo contra mi garganta con cada palabra de la frase.
Saqué su pene para masturbarlo mientras le chupaba la punta, pues no podía respirar más y necesitaba coger aire. No sin molestarlo con mi mirada de zorra, consiguiendo que viera que me estaba divirtiendo con su miembro en mi boca y consiguiendo que me acariciara la mejilla, viéndolo desde abajo con un gran panorama de su trabajado y musculoso torso, quedándome con cada vena hinchada de su cuello, antebrazos y pelvis.
-No me mires así Leah- su voz temblaba intentando reprimirse las ganas de correrse.
Estirando de mi cabello me hizo soltarle la polla para dejar ir el cosquilleo de su duro miembro, y sonreí cuando volvió a mirarme.
Me adelanté a su próximo movimiento para acercarme y empujarlo a la cama para que se tumbara y se posicionara bien; desnudo, guapo, y con un gran pene erecto, como me gustan.
-Te va a encantar- sonreí gateando hasta su polla, metiéndola un par de veces más en mi cavidad bucal. Echó la cabeza hacia atrás para apoyarla en la almohada y fue cuando lo vio, levantando la cabeza para mirarme como si en el fondo no le sorprendiera. Y es que un espejo en el techo de la habitación daba mucho juego.
Se mordió el labio y llegué hasta él, besándole con más lujuria que antes, llevando su mano a mi intimidad para jugar con mis labios y meter dos dedos en mi entrada mientras su pulgar jugaba con mi botón dulce, haciéndome ahogar el gemido y los jadeos en su boca. Escuchábamos el placentero sonido mojado de sus dedos, dejándonos a ambos con ganas de terminar con la tortura que era excitarnos cuando ya le estaba follando hasta la mano por no poder reprimir mis movimientos de cadera.
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HÉROE HERIDO - AIZAWA SHŌTA
FanficLeah le propone una terapia de encuentros semanales al profesor que tiene problemas con su gato. ¿Conseguirá que el héroe con una vida de constante alerta mental se relaje para poder acercarse a su mascota?