La operación fue tan fácil que la acabamos rápido, no tardamos más de cuarenta y cinco minutos en castrarlo.
-Ya está- avisé secándome las manos llegando a la sala de espera -no puede ser verdad- no podía creerlo.
-¿Cuándo ha traído el saco?- preguntó mi amigo llegando hasta mí.
-¿Cómo se ha podido dormir? Esa es la verdadera pregunta.
-Lo dejaste seco eh- me sonrió como si se estuviera divirtiendo.
-Castro gratis- le borré la sonrisa -por si lo habías olvidado.
Se dio la vuelta y se marchó dejándonos solos. Pero me daba tanta pena despertarlo que fui a cambiarme y busqué algún sitio donde vendieran café para tomarme uno y traerle otro.
-Un americano y un- leí fugazmente uno de los carteles -¿hacéis batidos de vainilla?- pregunté extrañada.
-Sí, son naturales.
-¿Y están bien?
-Se venden bien.
-No es lo que he preguntado.
Sonrió obvio -están muy buenos, no te arrepentirás.
-Pero ¿en serio de vainilla?- era algo muy raro.
-Puedes coger de otra cosa que leas y te apetezca- empezaba a incomodarse.
-No, no, está bien, un americano y un-
-Batido natural de vainilla- respondió el profesor colocándose a mi lado.
-Siempre por detrás.
-Todavía no.
Lo miré con perversión, él ni siquiera cambió su gesto.
-Solo tienes que pedirlo.
-Rara vez pregunto lo que ya tengo respondido.
-¿Eso crees?- alcé una ceja.
-Pones los ojos en blanco cada vez que te corres en mi p- se interrumpió así mismo para verificar que el chico no nos escuchaba -¿y todavía crees que puedes fingir que no la quieres dentro de otros agujeros?
Nos mantuvimos la mirada por unos segundos hasta que el empleado se aclaró la garganta incómodo.
-Un americano y un batido de vainilla- nos deslizó las bebidas mientras Aizawa sacaba la billetera.
-¿Entonces lo de tu terapia de una vez por semana lo aceptaste en serio?
El camarero cogió el billete mirando a la encimera, cambiando el gesto cuando escuchó eso. Era tan divertido que quería seguir un poco más en esta situación tan violenta en la que lo habíamos involucrado.
-¿También aceptarías terapia de grupo?- bebí mirando fijamente al chico, pude notar cómo le temblaron las piernas, sintiendo la penetrante mirada de Eraser cuando le guiñé el ojo.
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HÉROE HERIDO - AIZAWA SHŌTA
FanfictionLeah le propone una terapia de encuentros semanales al profesor que tiene problemas con su gato. ¿Conseguirá que el héroe con una vida de constante alerta mental se relaje para poder acercarse a su mascota?