NARRA AIZAWA
Creo que no llegué a dormir del tirón ni media hora. Su teoría del acercamiento podía tener sentido, pero no contaba con mi poca flexibilidad para compartir mis pertenencias. Pero a esto estaba acostumbrado, es el sacrificio de la servidumbre.
Seguía durmiendo al otro lado de la cama después de haberme abrazado como una niña a un peluche toda la noche. Ahora llevaba unos minutos mirándola con la espalda al descubierto, empezaba a ponérsele la piel de gallina y le subí la sábana hasta el hombro.
Me levanté a preparar café y darme una ducha, tenía trabajo acumulado y me gustaba aprovechar la tranquilidad de las solitarias mañanas. Saludé a Oboro y agarré en brazos a Rasputín para ver cómo se encontraba, al parecer habían dormido juntos sin percances, algo sospechoso. Le acaricié un poco la barriga y lo volví a dejar antes de que al mío le entraran injustificados celos. Les repuse los cuencos y al poner la cafetera en marcha volví a entrar sigilosamente a la habitación, cerrando la puerta detrás de mí para que los gatos no entraran.
Cogí unos pantalones cómodos y una camiseta para cambiarme después y arrimé la puerta lo suficiente como para no molestar. Enjabonándome pensé en hacer algunas llamadas ahora que estaba dormida, y mientras me retocaba la zona íntima con la maquinilla recordé la maleta de Leah, ahí había cosas para más de una noche.
-No voy a dormir nada.
Maldije lavándome el tronco.
-¿Eso es una invitación?
Se había puesto una camiseta.
-¿Eso es mío?
Miró hacia abajo -no.
Le quedaba algo grande, por eso había preguntado.
-¿Has dormido bien?
De un pequeño salto se sentó en el lavabo.
-¿Te da igual que te vea ducharte?
-¿Te importa ver un pene cuando no te lo estás comiendo?
Agachando la cabeza la vi sonreír de lado, moviendo sus piernas en el aire.
-¿Pudiste relajarte?
-A ratos.
-O sea que no.
Salí de la ducha y le pedí que me pasara una toalla con la que secarme rápido.
-¿Y la ropa interior?- preguntó al ponerme el chándal.
-Estoy en mi casa- respondí obvio -no llevo los huevos atados.
-¿No te molesta tener eso colgando?
-¿No te molesta tener eso- dirigí la vista al nivel de sus tetas -colgando?
Salimos del baño y sin esperar mucho los gatos se acercaron a ella en cuanto la vieron salir de la habitación.
-Rasputín está mejor- dijo sonriendo y acariciando al felino.
-Ahora los dos son unas bolas de pelo recuperadas- serví los cafés -¿qué fue lo que le pasó?
-No lo sé. No lo vi- se acercó a la mesa y rechazó la taza cuando se la di -oye no hace falta que te preocupes por mí, me iré a casa de una amiga. Además, tengo que cuidar a mis gatos.
-No me molestas.
-Después de atacarme dudo mucho que un héroe pueda decirme que le estoy molestando. Pero gracias por el esfuerzo, ha sonado casi creíble.
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HÉROE HERIDO - AIZAWA SHŌTA
FanficLeah le propone una terapia de encuentros semanales al profesor que tiene problemas con su gato. ¿Conseguirá que el héroe con una vida de constante alerta mental se relaje para poder acercarse a su mascota?