Capítulo 27

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< BIP, BIP! >

NARRA AIZAWA

Pero...

< BIP, BIP! >

-Joder- suspiré dormido.

Maldiciendo a cada paso que daba busqué el teléfono que estaba sonando, pero al llegar a la cocina mi móvil tenía la pantalla apagada.

< BIP, BIP! >

¿Será...?

Abrí su bolso y vi que Yasu la estaba llamando, y como no sabía qué hacer lo primero que se me ocurrió fue mandarle un mensaje a Mic desde el mío.

YAMADA HIZASHI

¿Estás con Yasu?

Le quité el sonido para recibir sus mensajes.

Sí (?)

Miré la hora, 22:36, no es tarde pero Leah necesitaba descansar, así que intenté librarla.

Leah está durmiendo, ¿es importante que lo coja?

Miré el desastre que había dejado en el salón y me deprimí sabiendo que tenía que limpiar.

Me llegó otra respuesta.

Queríamos saber si la recogíamos, tengo que llevar a Yasu con Hiroko

Aunque no soy nadie para decidir sobre vidas ajenas, lo hice, como situación excepcional.

Está muy cansada y no quiero que se despierte, mañana le digo que la habéis llamado. Le silencio el móvil.

Y así me puse a recoger, limpiar y desinfectar el estropicio que había dejado para que cuando Leah se despertara no tuviera que hacer nada. Con sigilo cogí la lencería que habíamos dejado en el baño para poner la lavadora y que se lo pudiera llevar mañana, y cuando finalmente estaba guardando los juguetes me asusté.

-¿Shōta?

De un brinco me di la vuelta, Leah había encendido la lámpara de la mesilla. Cerré el cajón y volví.

-Estaba recogiendo- tenía los ojos entrecerrados y parecía desorientada -vuelve a dormirte.

No esperó a que se lo repitiera dos veces y se dejó caer hacia atrás mientras me metía en la cama.

-¿Estabas durmiendo conmigo?- preguntó extrañada con una suave voz adormilada.

Metí el brazo por el arco de su cuello y me dejé abrazar.

-.

Se quedó dormida sobre mi pecho sin saber si me había escuchado, pero con la fatiga que tenía encima poco me importaba porque me iba a quedar dormido en nada...

A la mañana siguiente miré el despertador de la mesilla. 08:33. Fruncí el ceño y lo volví a mirar para confirmar la hora, pues no recordaba haberme despertado durante la noche y era la primera vez en años que dormía tanto tiempo de una sentada.

Cuando escuché un ruido de la cocina comprobé que Leah no estaba en la cama, supuse que estaba haciéndose el café pero de todas maneras me levanté para hacerla compañía, además, no quería que pensara que tengo el horario de un koala. Cuando estaba saliendo de la habitación poniéndome una de mis camisetas de manga larga la vi sirviéndose de la cafetera, tal como la había metido a dormir.

HÉROE HERIDO - AIZAWA SHŌTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora