HÉROE HERIDO - AIZAWA SHŌTA

Capítulo 20

-Ten cuidado- avisó el héroe alado -a Best Jeanist le pisan los talones.

-¿Por qué?

-Por la información que sacó a escondidas acerca de unos documentos clasificados que si no mal recuerdo tenían que ver con lo ocurrido en la casa de tu chica.

Eraser se apretó el puente de la nariz cansado de la situación de los últimos días.

-¿Qué está pasando?

-Ya lo sabes, estuviste ahí.

-Pero yo no he leído esos informes, ¿qué decían?- el pelinegro rodó los ojos -sabes que no necesito preguntártelo, pero si alguien más mete sus narices en ese tema saltarán las alarmas.

-Se me están juntando muchas cosas.

Hawks se sentó en el sofá del despacho.

-Estoy de guardia, tengo todo el día.

-Pero yo tengo que trabajar- se acercó a la puerta para salir -así que muchas gracias pero será en otra ocasión, y será mejor que no nos comuniquemos por teléfono.

La mañana se presentó pesada como siempre que los chicos tenían entrenamientos, y los alborotos que conllevaba tenían nombre y apellido. Durante la comida los profesores hablaron sobre la llamada que habían recibido del detective Tsukauchi, quien estaba bastante ligado a los héroes gracias a su estrecha relación con All Might. Como nadie quería acompañar al director Nezu hicieron sorteo y a Midnight le tocó sacar el papel del perdedor, sonriendo al leerlo en voz alta.

-AIZAWA.

-¿Por qué me sorprende?- preguntó irónico pero con la misma emoción de siempre.

-Si quieres os acompaño- se ofreció Mic.

-No hace falta.

El rubio suspiró aliviado -menos mal.

-Eraser y yo nos lo pasaremos bien- comentó convencido el roedor -cuando quieras nos vamos.

Aizawa miró la hora y se levantó cansado -pues vámonos ya.

-¿No vas a comer?

-Ya no tengo hambre.

El trayecto se hizo agotador ya que como de costumbre, Nezu no paraba de hablar.

-¿Quiere que ponga la radio?- preguntó el pelinegro como último recurso.

-Oh no, no te molestes por mí.

-Es para que se tome un respiro, seguro que quiere descansar de tanta diversión.

-Ojalá hubiera más horas al día.

Para dormir, pensó el ojeroso.

No tardaron mucho más en llegar. Esperaron a que el secretario finalizara la llamada para que les atendieran, no tenían prisa pero tampoco querían pasarse ahí todo el día porque sabían cómo trabajaban. Les hicieron esperar sentados en unas sillas bastante incómodas y cuando la puerta del despacho se abrió se levantaron para recibirle, pero no era él.

-¿Qué haces aquí?

-¿Y tú?- se la devolvió Leah.

-A mí me robaron el otro día en la despedida- respondió Hiroko.

-Yo venía por lo de mi tío- contestó Yasu -aunque no necesitas detalles de la historia.

-Yo de acompañante- terminó de responder.