Mi dulce fantasía P.2 [Daryl Dixon]

Padre e hijo. 🧚‍♂️

Por la mañana Michonne, Rick y Carl se preparaban para salir.

- tengan, es para el camino

Annie venía con Judith y una mochila, Rick tomó el bolso y lo puso en sus hombros.

- gracias por cuidarla

Dijo el hombre mirando a la bebé.

- volveremos pronto

- sé que lo harán, suerte buscándo armas...Judith está en buenas manos

Dijo la mujer con tranquilidad, Rick la miró y le sonrió para luego irse.

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Era de mediodía, algunos hacían guardias, otros descansaban, otros comían.

Daryl y Annie debían estar en su hora de descanso, pero el rubio quiso aprovechar para seguir enseñándole a la mujer sobre tiro.

Había armado una diana casera y bastante útil, luego de un par de intentos la pelirroja comenzaba a acertar más seguido.

- eres buena mamá - dijo Luke sonriendo

- está aprendiendo del mejor - alardeó Daryl

- yo no estoy enseñándole

Dijo Luke logrando que sus padres se carcajeen. El chico adoraba hacer eso desde niño.

Luke era como una caja de sorpresas, cada día podía ser algo distinto, pero nunca ibas a aburrirte.

- estoy aburrido, llevamos mucho tiempo encerrados

Dijo el chico, igual que su padre, tenía lo que Regulus llamaba "hormigas en el trasero", por lo tanto era incapaz de quedarse quieto unos segundos.

Aunque por fuera podían verse muy tranquilos, padre e hijo tenían una energía tan grande que no podían controlarla.

Es como si todo el tiempo tuvieran una pequeña voz que les dice y repite a cada rato: "tienes que moverte".

- ¿puedo salir a cazar?

Volvió a hablar Luke, pero a ambos adultos se les hizo raro que el chico pregunte por algo así.

Después de todo nunca en su vida pidió permiso para hacer algo, él solo lo hacía y luego corroboraba si estaba bien o mal.

A sus padres no les molestaba esto, ya qué, el chico tenía un sentido nato para saber que cosas debía hacer y que cosas no.

Darle libertades a Luke fue una de las mejores decisiones que tomaron como padres.

- ¿por qué lo preguntas?, tú nunca preguntas que puedes hacer - dijo Annie

- porque quiero que papá me acompañe

- oh, era eso cariño...vayan, yo puedo quedarme a cargo, no hay problema...igual hace tiempo no hay tiros

- ¿segura cariño?, puedo quedarme, vamos otro día - dijo Daryl

- claro que sí, vayan mi amor...cuídense

Dijo la pelirroja muy sonriente, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia adentro.

En cuanto desapareció, ambos rubios chocaron los puños con una sonrisa de oreja a oreja.

- te dije que a ti te iba a decir que sí - dijo Daryl

- se nota que eres mi padre, llegué a pensar que mamá te había engañado y yo era hijo de otro