En el autobús a Washington.
Abraham iba manejando, todos los demás iban en sus mundos. Regulus miraba por la ventana demasiado callado.
Rosita iba acariciando el cabello del pelirrojo.
— tienes el cabello bastante largo – dijo la mujer
— me preparo para retirarme, empecé a relajar el cuidado personal. Estoy evaluando dedicarme a la plomería o a cuidar ovejas – dijo el pelirrojo
— aún no cuidas ovejas, Abraham. Concéntrate en la misión
— tienes toda la razón...esa es mi chica, quizá te deje que me afeites todo, que me dejes suave como un delfín – ella se rió y golpeó su hombro suavemente
— esta noche te lo corto
— sí, señora...
— ya que está, Rosita podría cortártelo un poco. Está muy largo en la parte de atrás – le dijo Tara a Eugene – o ¿es tu fuente de poder?
— no estoy planeando matar a un león, tampoco tengas esperanza de verme matar a mil filisteos con la quijada de un asno – respondió Eugene
— te concentrarás en salvar el mundo, ¿cierto? – dijo la chica
— sí...
— ¿qué pasa?, ¿lo de anoche? - preguntó al verlo pensativo
— noup. Sí, eso, y lo de la mañana, estoy pensando en ese sacerdote. En lo que hizo
El viaje siguió un tiempo más, Maggie y Glenn estaban hablando entre ellos.
— ¿cuánto tiempo llevará? – le preguntó Maggie a Eugene – ¿después de que llegues a esa terminal y hagas lo que debes hacer?
— depende de varios factores, como la densidad de los infectados en torno a zonas de impacto en el mundo
— espera un momento, ¿zonas de impacto?, ¿hablas de misiles? – preguntó Glenn
— es clasificado
— pensé que estábamos más allá de eso – dijo Glenn
— ¿y si sobrevivimos todos? – dijo Eugene
— no vivimos en una fantasía – agregó Regulus
— entonces, ¿importarán los secretos? – cuestionó el asiático
— quizá sí. La velocidad con que se normalice todo depende, igual, de varios factores, como los patrones climáticos globales, que se fijaron. Sin suponer que los autos, aviones, barcos y trenes, pasarían tanto tiempo sin lanzar hidrocarburos a la atmósfera. Eso cambió bastante la situación de los patógenos transmitidos por aire
— ¿por qué el pelo así? – preguntó Glenn
— porque me gusta. Y por ahora, no quiero que nadie me lo corte. ¿Me oyó, señorita Espinosa?
— sí, fuerte y claro... – todos rieron
— pueden reírse todo lo que quieran
— nadie se burlaba
— al hombre más inteligente que conocí le encantaba mi pelo. Mi antiguo jefe, T. Brooks Ellis, el director del Proyecto Genoma Humano. Según decía, mi pelo le daba un aire de "tipo divertido", y eso soy, pero no soy Sansón
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Mi dulce fantasía P.2 [Daryl Dixon]
Fanfictionsegunda parte. "Recomendación: vayan a leer la parte 1 primero" Regulus y Emiko en Corea. Lilith, Aren y Blanco lejos. Merle Dixon y Daryl Dixon estaban en otra ciudad cuando todo ocurrió, lo primero que hizo el rubio fue notificarle a su familia...