#20 A veces nos unen las matemáticas

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Imaginen el susto que me di cuando desperté repentinamente por el estruendoso sonido de una máquina.

Por las mañanas todo está siempre muy silencioso, así que me levanto algo desorientada. Voy de puntillas, buscando el origen del ruido. Miro el despertador. Están por dar las 6am.

Abro la puerta de mi habitación, frotándome aún los ojos del cansancio, y me encuentro con la aspiradora encendida, pero a nadie usándola, ¿qué carajos?

Sin embargo, creo entender el motivo de la aspiradora cuando observo la puerta de la habitación de mi padre cerrada.

Supongo que es mejor escuchar el sonido de la aspiradora antes que a ellos.

Tan rápido como puedo, aunque medio riéndome de la situación, me visto con el uniforme y parto al colegio. Quizá esté llegando demasiado temprano, pero no quiero estar ahí cuando ellos terminen y salgan de la habitación. Estoy bastante segura de que, haciendo esto, nos evito una situación incómoda a los tres.

Les dejo, sin embargo, una nota pegada en la heladera:

"Podrían haber esperado que me fuera al menos!

Nos vemos en el almuerzo"

La firmé con una carita sonriente, intentando hacerles saber que, más que enojo, la situación me causó gracia.

Al llegar al colegio, me dirijo directo a la biblioteca para adelantar tareas. Yannick y Julie, casi dos horas después, llegan también y aprovecho para contarles, de una forma casi exprés, acerca de lo sucedido con Logan y de la novia secreta de mi padre.

Hago bromas y me río de la situación mientras les cuento, como si no me importara para nada. Sin embargo, mientras les cuento lo de Logan se me llenan los ojos de lágrimas y me obligo a fingir una tos para disimularlo. No quiero que sientan más lástima por mí, es tan solo una herida todavía abierta. Pero los ojos de Logan decepcionados los tengo tan clavados en mis recuerdos...

***

—¡Eh!¡Liis! —Escucho a Dexter llamarme mientras ando por los pasillos. Me doy vuelta tan velozmente que casi resbalo.

—Ay, hola —Busco recuperar el equilibro mientras hablo—. No te vi en todo el día ¿Cómo estás?

—Bien, bien —Ríe y ver sus dientes brillantes hacen que se me pegue su sonrisa—. Perdón, te asusté ¿Tú cómo estás hoy?

—Maso... —suspiro algo triste, no quiero fingir con él.

—Ya veo...¿Qué pasó?¿No te habías reconciliado con tu papá?

—Sí, sí. Y me presentó a Meredith —Le cuento, pero casi sin emoción.

—¿Entonces?¿Qué tienes?

—Solo que aún me siento mal porque no tuvo la confianza como para contármelo antes —Es al único que le confieso que eso me tiene un poco abrumada.

—Ya... Pero no te hagas la cabeza por eso. No es algo que él pueda modificar. Ahora ya tendrá más confianza para la próxima.

—Sí. Tienes razón —fuerzo una sonrisa porque, aunque sus palabras me tranquilizaron respecto a ese tema, no fueron suficientes para acallar a todos los demonios de mi cabeza—. Gracias.

Dexter me sonríe también, pero frunce el ceño. Lo frunzo también, confundida, y me acerco a una pared para dejar de caminar y no obstruir el paso del pasillo.

—Pasa algo más ¿Verdad?

—Me peleé con Logan —Lo digo tan rápido que me doy cuenta de que me moría por decirle.

Esquivando al Amor -COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora