—Me dijo que no sabe lo que siente por Brithany —Le revelo a Julie mientras hacíamos la fila para comprar un café.
—Eso no quita que ella siga siendo su novia.
—Pero tampoco me mata las esperanzas ¿Crees que debería hacer algo?
—¿Algo para qué?
—No tengo idea, para conquistarlo.
—No lo sé, Aliisa, él debería decidir por su cuenta si quiere a su novia o si te quiere a ti.
—Pero no decidiría por él, ¡solo le daría un empujoncito para que me escoja!
Mientras me entregan mi café, Julie responde—Deja que las cosas fluyan al natural. No presiones nada.
—¿Y si no hago nada y lo pierdo?
—¿Y si haces algo y luego resulta que la quería a ella?
Tomo un sorbo de mi café. Tengo la valiosa información de que Dexter no sabe si quiere a Brithany pero no puedo hacer nada con esa información. Quizá jamás debería haberle preguntado. Quizá debería haber dejado morir mis esperanzas y tratado de arreglar las cosas con Logan.
Ahora, por mi estupidez, estoy sola.
—Debería prepararme, voy a almorzar con la familia de Adel. Quiero causar una buena impresión —Me confiesa Julie, repentinamente nerviosa.
Fuerzo una sonrisa—Seguro lo harás genial. Solo sé tú misma.
—Te doy el mismo consejo, Liis —ella se levanta y sale de la cafetería, saludándome desde la puerta.
Observo un momento su asiento vacío y, por un momento, temo que haya un asiento así por siempre frente a mí.
***
Abro la puerta de mi casa, haciendo tintinear las llaves y dejándolas reposar en el estante al lado de la foto de mamá.
Escucho a Meredith y a mi padre discutir en la cocina.
—¿Gerard?
—No, guácala, ¿Ashton? —escucho replicar a Meredith. Sonrío al ver de qué va la discusión.
—No, puaj, ¿Ryan?
—¿Y si es niña? —me adentro en su conversación.
Ambos me miran y responden al mismo tiempo:
—Keyla.
—Jasmin.
Se miran entre ellos y se lanzan una mirada desafiante—¿Tú qué opinas, cariño? —trata de incluirme papá en su discusión.
Alzo mis manos y retrocedo dos pasos—A mí no me metan.
Me doy media vuelta y me adentro en mi habitación. Continúo oyéndolos tirar nombres al aire, pero no fue nada que mis auriculares no puedan acallar. Pronto la música recorre desde mis oídos hasta todo mi ser.
Pronto mi teléfono vibra y sonrío al ver de quién se trata:
Dexter: Sé que es la tercera vez que te molesto con esto...
Dexter: Pero en serio necesito tu ayuda
Yo: Matemática?
Dexter: Sí
Yo: Puedes venir a mi casa si quieres
Dexter: ¿No lo podemos ver mañana en la biblioteca?
Yo: Sí... Supongo que podría quedarme después de hora
Yo: No crees que estaríamos más cómodos en mi casa?
Dexter: En la biblioteca me concentro más
Yo: En la biblioteca entonces
Y, aunque solo estaba pidiéndome ayuda para estudiar, sonreí como idiota. Casi podía sentir cómo los corazoncitos volaban sobre mi cabeza.
***
Luego de aburrirme durante todas las clases del día, me dirijo a la biblioteca para explicarle a Dexter un tema de matemática.
Cuando llegué, él ya estaba esperándome en una de las mesas del centro.
Le expliqué el tema y le dejé una ecuación para que trate de resolver por su cuenta.
Mientras Dexter realizaba la ecuación, comencé a caminar en círculos buscando algo en lo que concentrar mi atención.
Veo a la profesora Valerie caminar directamente hacia mí, sonrío al ver que tiene la taza de café que nosotros le regalamos en sus manos y me acerco yo también para saludarla.
—¡Hola, Aliisa! ¿Qué haces aquí después de hora? Oh, mierd... —La veo trastabillar hacia adelante, haciendo que todo su café venga en dirección a mí.
Pego un saltito hacia atrás intentando que la menor cantidad posible de café caiga en mi cuerpo; sin embargo, no puedo controlar los insultos que salen de mi boca cuando noto que el saltito que pegué fue en vano.
—Mierda, mierda, mierda. Quema, quema —El uniforme se pegó a mi cuerpo por el líquido y lo despego de mi estómago con una expresión de dolor.
Dexter saltó de su asiento al escuchar mis insultos, abriendo mucho los ojos al ver la situación.
—Lo lamento mucho, Liis —Se disculpó Valerie. Veo que la taza seguía en sus manos y sonreí al ver que no se había roto. Me partiría el corazón ver nuestro regalo destrozado por este descuido.
—No te preocupes, fue un accidente.
—Yo debo irme, tengo turno con un médico en 15 minutos. Dexter, ayúdala, por favor.
—Sí, no se preocupe.
Con Dexter caminamos hacia el baño. Sostuve la punta de mi uniforme con mis manos para que esta no vuelva a pegarse a mi cuerpo.
—¿Te quemaste mucho?
—Más o menos, me dolió en el momento, pero no estaba tan caliente creo.
—¿Crees que la mancha en el uniforme saldrá?
—Eso espero...
Entro en el baño de mujeres y hago que Dexter me espere fuera.
Me saco la camisa para poder lavarla. Mi piel queda al exterior y veo parte de mi pecho y estómago levemente rojo.
Trato de sacar la mayor parte de la mancha que puedo y, aunque no pude hacerla desaparecer por completo, al menos no se veía tanto. En casa, la frotaría con agua y vinagre con la esperanza de que luego luciera como que esta mancha jamás existió.
Abro la puerta del baño, solo lo suficiente para que se me vea únicamente la cara. Sonrío al ver que Dexter sigue allí.
—¿Me pasarías tu chaqueta?
—¿Tienes frío? —preguntó dudoso, pero aun así sacándose la chaqueta.
—Es que lavé mi camisa y ahora no tengo nada que ponerme.
Él se sonroja y yo cierro la puerta mientras deslizo la chaqueta por mis brazos y salgo con la camisa mojada en mis manos.
—¿Me acompañas a casa? Así terminamos de estudiar y ya te doy la chaqueta cuando te vayas.
—Bueno... —Creo verlo dudar, por las dudas le sonrío y pongo cara de por favorcito—. Bueno, sí, está bien, sí. Me parece un buen plan...
❀❀❀❀❀❀❀❀❀
Buenas, bibliómanosss
Capítulo corto, sí.
Pero lo vale porque linda va a ser la sorpresa que se van a llevar en el próximo.
No les spoileo más nada pero dejen en este párrafo qué sorpresita esperan.
NO, NO SIGAN LEYENDO. COMENTEN QUÉ SORPRESA ESPERAN.
Ahora voten.
Si hicieron lo anterior y SOLO SI HICIERON LO ANTERIOR, les permito seguir disfrutando la lectura.
Atte., Flor
ESTÁS LEYENDO
Esquivando al Amor -COMPLETO
RomanceEstamos tan acostumbrados a las historias de amor con problemas clichés que a veces olvidamos que el mayor problema usualmente es el miedo. Y tú a mí me temías. Sí, qué terror que te daba. Y cómo me dolía que me temieras, y cómo me dolías por tantas...