💫Destello Rengoku 💫

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Advertencia: lenguaje Soez, violencia. (Imagen representante de cabeza de Kyojuro)

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Pasaron 3 días.

Tres largos y pesados días en la casa de Glicinas.

Los habitantes en ella les costaba un poco realizar sus rutinas por los constantes golpes y rugidos en la habitación de seguridad, además de ocasional olor a madera quemada. Incluso los cazadores de menor rango tratan de no mantener demasiado su estancia por sentirse intimidados. El dueño de la casa había obedecido prudentemente a las indicaciones de Shinjuro y más al verlo golpeado, arañado, quemado de la cara y cuerpo cuando sale a buscar los alimentos o los cambios de ropa.

El pobre hombre apenas puede contener a sus 4 hijos (2 Omega, un beta y una alfa) que sentían curiosidad por el alfa en celo y la razón de tanta restricción. En especial los omegas, el olor en la ropa a lavar es suficiente para que mojen sus bragas. Pero el seguía insistiendo que no debían acercarse, dejando el deber de lavar las prendas a su esposa e hijo beta, mientras el se encarga de las comidas.

Shinjuro mantenía ocupado a máximo posible a su hijo retenido. Haciendo ejercicio, calentamiento y rutinas completas, luchas a cuerpo a cuerpo, discusiones sin sentido de lo que sea, entrenar con Bokken para mejorar mejorar las posturas del aliento de la llama, llevando a quemaduras en la habitación y en el cuerpo. Más de una vez, lo ha retenido contra el suelo cuando hace el intento de escapar sea por la puerta o por alguna de las ventanas que ha intentado romper con su propia fuerza.

Siempre clamando el nombre de su destinado cuando lucha para huir de ahí.

...

Shinjuro está agotado y realmente necesita dormir un poco mejor pero a nadie más le podía dejar la encomienda, aún si estuviera Senjuro con el.

Su fuerza bruta aumenta en ese estado y aunque fuera su hermano pequeño, lo vería como enemigo.

Es de noche, la luz de luna media es suave junto con la brisa nocturna relaja para su cansada psique. Aprovechando que Kyojuro se quedó dormido, salió de la habitación para descansar un poco en el jardín.

- Ruka... - susurro. Realmente la extraña mucho más en noches así. Ella sabría que hacer sin tanta violencia. Su aroma floral y relajante hubiera calmado a su hijo sin la necesidad de dejarlo inconsciente cada vez que intenta escapar.

Su madre también lo ayudo mucho en esos celos tan difíciles antes de emparejarse con su amada esposa.

(Nota informativa: el celo Rengoku tiene una tercera opción para calmarse. Las madres pueden relajarlos aún si son adultos.)

- Rengoku - abrió los ojos al reconocer la discreta voz del pilar del agua. Estar tanto tiempo encerrado olvidó por completo que el estaba ahí. Es más, juraría que se había ido.

- ¿Sigues aquí? -
- eh estado llendo a misiones cerca de aquí. - explica manteniendo una distancia prudente. El cuerpo de Shinjuro olía a las feromonas de Kyojuro, intenta no enfocarse mucho en su olor y contemplar el jardín.

- eso no responde la pregunta. - no nació ayer. Hay muchas opciones para dormir después de una misión incluso en la intemperie. - no tienes nada que hacer cerca de Kyojuro. -

Giyuu bajo la mirada, aunque no lo demuestre sus facciones, Le había dolido. El podía hacer algo, entrar y bueno... Pasar lo que tenía que pasar. Después de todo, (de alguna forma bastante loca) están comprometidos.

Había escuchado a los omegas hijos del dueño de la casa de glicinas mientras se bañaba. Estan que se mueren de ganas de estar en la misma cama que el y se derriten con tan solo su aroma y su padre aún siendo un viejo cascarrabias es bastante guapo. Uno de ellos se asomo rápidamente por la ventanita, quedando encantado de lo que vio.