💫Destello Rengoku 💫

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Advertencia: Fluffydez 💖💖

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Después de esa malinterpretable, hilarante mañana, la cuál Kyojuro tenía varios impactos en su cabeza por su ocurrencia y Giyuu tenía sus mejillas hinchadas cómo reprimenda por no reaccionar, el resto de los días se enfocaron en misiones y entrenamientos, como si nada hubiera pasado.

Bueno. No exactamente.

Tal como prometió Giyuu, pasaba con regularidad a la finca Rengoku para visitar a Senjuro. A veces llegaba directamente de una misión, lleno de tierra en el mejor se los casos en otras circunstancias venía herido. Aunque el menor le decía que prefería que fuera al médico antes que llegara a la finca, no quería que su salud se complicará por lo que el considera un capricho. Giyuu negó suavemente, no faltaría a su palabra. Además, si visita la finca mariposa antes, teme que un día no salga entero si nada más está Shinobu. Si bien su trato hostil había bajado, dejando atrás un agrio sentido del humor. No puede tentar su suerte.

En una de esas tardes que iba a la casa Rengoku a visitar a Senjuro, lleva en su mochila algunos dulces: fruta cristalizada. Un pequeño souvenir que compro en su última misión. Pero lleva suficientes para los niños Kamado, no quiere que peleen entre ellos por las golosinas y también para la señora Kie, la señora se esfuerza mucho como para no darse un pequeño permiso.

Tan distraído estaba en sus pensamientos que dió un pequeño brinco al sentir un pinchazo en su cuello. Extrañado, se examina el cuello, tocando un poco abajo de su barbilla, encontró Algo pequeño y afilado, hecho con una espina de pez.

- no... - a pocos segundos su conciencia se ha desvanecido cayendo en seco en el suelo.

...

Kyojuro camina en el sendero sintiendose algo inquieto y de vez en cuando se toca el menton, tenía un presentimiento extraño, su alarma interna le pide volver a casa. Nada más por precaución, envío a Kaname a investigar a su casa, los climas fríos suelen hacer estragos en su hermano menor, aunque con su nido lo resguarda bastante bien, puede llegar a descubrirse mientras duerme y su padre no precisamente va bien vestido al dormir o en una posición adecuada.

- ¡Kaname! ¡También revisa que mi nido este completo!! - recordó subitamente, el ave afirmó y nuevamente se alejo. Al igual que paso con el nido de Senjuro, su padre empezó a dormirse en su colecho. Lo permite porque sabe que necesita descansar y para compensar que su habitación fue destruida. Aunque no evita el sentimiento territorial de querer moverlo de su colecho que con tanto amor su destinado hizo para el.

- ¡Maestro Rengoku!! ¡Maestro Rengoku!! Digo, Kyojuro - escucho de la nada, esa alegre y dulce voz que lo llamo de la espalda.
-¡Mitsuri!! ¡Mi adorable amiga!! - saludo entusiasta, recibiendola con un abrazo firme. La joven beta sonrie reconfortada por la amabilidad de su ex tutor.

- ¿Cómo ha estado? -
-¡Esplendido! ¡Han sido días maravillosos! Las misiones han Sido exitosas con bajas mínimas. Varios de mis compañeros han Sido muy competentes - expresa mientras empezar a caminar en compañía de la pelirosa bicolor.
-¡Maravilloso! ¡Yo he tenido mucho trabajo! ¡Apenas voy a volver a mi finca! - hizo ademan con las manos, moviendo un infantil la cabeza.
- es importante el descanso -
- ¿Que tal las cosas con el compañero Tomioka? - pregunta interesada, solto un chillido de emoción cuando noto el cambio de la sonrisa en su ex maestro.

Esa amistosa mirada cambio por el resplandor enamorado.

Mitsuri no podía estar más facinada y feliz por el.

- nos hemos acercado mucho Mitsuri, Giyuu tiene un corazón muy gentil. ¡Hace que mis días se vuelvan más coloridos! ¡Lo extraño mucho en este momento! ¡Ya ansió verlo!! - expreso con alegría romantica.
- ¡kyaaas!! -
- ¡Incluso pensé que ya viviríamos juntos! -
- ¡Aún no maestro! Hasta que estén casados - reprende suavemente. Kyojuro suelta una pequeña carcajada liberadora.
- ¡Me hizo un nido como regalo de compromiso! ¡Es maravilloso! - recuerda con una sonrisa encantada la suave comodidad de su nido y el tierno perfume que desprende.