💫Destello Rengoku 💫

💫19💫

Giyuu después de varios días fuera, regreso a la  finca del agua dispuesto tomar una larga siesta.

Está agotado, tantas emociones en poco tiempo y cacería tras otra. Su cuerpo cansado, va en automático sin fijarse realmente por dónde va. Guiandose por sus instintos para llegar a casa, el día es agradable y sereno, hasta le dan ganas de dormirse por ahí como otras veces, de hecho, no sonaba tan mala idea.

–¡Joven Tomioka!! - escucho su nombre provenir de una familiar voz infantil. El Omega de ojos azules se detuvo al ver que se acerca el tercer hijo de la familia Kamado. Su cabello negro con ojos granate y ese peculiar lunar bajo el ojo derecho. En su espalda lleva grandes trozos de madera, posiblemente para preparar carbón.

–dias... - saludo con pereza. Está algo irritado por verse interrumpido en su objetivo en tirarse en algún lado y dormir.
– ¡Buenos días Joven Tomioka! - se acercó respetando su espacio y saca de su saco una botella de bambú - debe estar sediento. Tenga, es agua -

Takeo salió muy temprano para recolectar leña en las cercanías mientras su hermana y madre se ocupan de las tareas domésticas. Desde que conocieron a Kyojuro Rengoku, su salvador y ahora amigo, su familia mejoro su calidad de vida. su madre trabaja ayudando en la finca Rengoku en compañía de sus hermanos y hermanas, mientras que su hermano mayor decidió ser cazador. Aunque extraña su vida en las montañas, no se queja de esta nueva etapa.

(Aclaración. Ellos tienen su casita tanto para mantener la privacidad de los Rengoku y poder preparar carbón. Van y vienen a la residencia.)

Menos ahora porque conoció al pilar del agua en una de esas que fue a buscar a Tanjiro en el dojo.

Giyuu acepto el agua y bebió bastante. Tan cansado está que no se dió cuenta que también tenía sed. Cada movimiento era observado por el joven Kamado, contento de ser de ayuda.

– gracias - le dió un pequeño mimo en el hombro como agradecimiento sin darse cuenta del brinco emocionado que dió el alfa preadolescente. Nuevamente emprendió su andar para ir a la finca del agua pero en compañía del pelinegro Kamado. Ninguno decía nada porque el pilar iba en automático y el otro está algo nervioso. Se dedicaron a escuchar el cantar de los pajaritos hasta un gallo se escuchó en las cercanías.

– oh vaya...- Giyuu hizo un ruido con su garganta, confundido por su reacción. – lo siento joven Tomioka, mi abuelo solía decir que cuando un gallo canta en destiempo, significa que el clima cambiará -
–que raro... -  Giyuu no habia escuchado de ese mito, es peculiar y sin sentido pero hasta donde el conoce, Takeo no es de lo que mienten. (De hecho, ningún miembro de la familia Kamado)

El preadolescente suspiro un poco, aliviado que su comentario no haya sido tomado fuera de contexto.

– está muy cansado. Venga a mi casa a dormir, está más cerca - ofrece con sus mejillas rosadas. Lo había pensado durante un largo rato. En cuanto a Giyuu se quedó callado unos instantes, la oferta es tentadora, la finca del agua aún está muy lejos y está a nada de caerse de sueño en algún arbusto.

– no es la primera vez que damos hospedaje a cazadores - Takeo recuerda los amigos de su hermano mayor. Son extraños pero son buena gente.

Al final Giyuu acepto.

...

Kyojuro llegó a la finca del agua un poco pasado del medio día, corrió durante todo el regreso a casa, aumentando la velocidad por lo menos 4 veces.

Sacudió su ropa y su cabello para estar presentable, se dió cuenta que no trajo ningún obsequio para el Omega de aroma Ylang Ylang. Se relajo en ese momento, podría conseguirlo mientras pasean, bueno si acepta.