💫Destello Rengoku 💫

💫20💫

Con el sol del atardecer pasar por ventana, dando a la habitación un color de suave anaranjado.

Kyojuro despierta adolorido de su futón, los golpes en el hombro y costado izquierdo arden pero no tanto como su orgullo. normalmente aprende de sus batallas y celebra por la calidad de los combates.

Sin embargo...

Su mano derecha aprieta con impotencia el colchón. Urokodaki no demostró ninguna indulgencia (y no la pidió) en el combate. Las dos rondas de combate fueron más que suficiente para demostrar porque había Sido pilar y dejarle en claro que no estaba listo antes de desplomarse por el cansancio.

"Giyuu no necesita un héroe y tampoco lo quiere"

Cerro los ojos un momento, tomando respiraciones profundas para relajarse y pensar en su siguiente movimiento. Era claro que sí quería la bendición y permiso del maestro de Giyuu, debía entrenar su defensa. Quería hacer todo correctamente aunque está la opción de escaparse con su omega.

Sacudió la cabeza, no seguira los pasos de su abuelo. Eso pondría triste a Giyuu y con los cuervos los encontrarían más rápido.

- ¿Hermano? - escucho la voz de Senjuro detras de la puerta. Volteo hacia la dirección, suavizando su mirada.
- pasa Senjuro - invita. Su hermano pequeño ingreso con una bandeja con varios alimentos y agua fresca. Sabe que posiblemente esté hambriento, ha tenido una semana muy pesada.

Por cortesía de Kaname, le fue informado que su hermano entro en celo después de la misión y su padre estaba demasiado ocupado para darle el mensaje por escrito. Con esa información previa, supo porque su padre llegó, dejo a su hermano en su cuarto, regreso a la cocina, bebió todo lo posible de sake y se tiró en su habitación apenas dándole un saludo.

Al menos regresaron vivos y con lesiones nada preocupantes.

- ¡Huele maravilloso!! - celebra Kyojuro mientras se incorpora de la cama con una sonrisa.
- gracias hermano, la señora Kamado me ayudó mucho. Se que no es mucho pero no podía cargar con tantos platos - se apena el joven rascando su mejilla.
- ¡Bajaré después de esto! ¡Muchas gracias por tu esfuerzo! - le dió un suave mimo en su cabeza y empezó a comer con entusiasmo. Gritando "Umai" y felicitando a Senjuro por su don en la cocina. Después pasaría a la casa de la familia Kamado a agradecer sus atenciones.

Todo transcurre con normalidad, Kyojuro le cuenta sobre su misión, omitiendo las partes no aptas para su inocente cabecita y resaltando aquellas que son verdaderamente importantes: osea cuando interactuo con Giyuu.

-me hubiera gustado acostarme en el nido también - expreso su deseo con total inocencia. Pese que es un joven de mente centrada, no deja de ser un cachorro. Kyojuro le dió una sonrisa comprensiva.
- Giyuu es una persona muy amable, quizás acepte que te haga uno -
-¡¿En verdad?! - sus ojos ilusionados derriten su corazón. - no quiero ser inapropiado -
- está bien Senjuro. Aún eres un niño. -
- gracias hermano. Me alegro mucho que te estés acercando más a Giyuu, creo que no necesitas mi ayuda -
- ¡Al contrario Senjuro! Gracias a ti supe que venía con nuestro padre a entrenar. Me diste la oportunidad de mi primer acercamiento - le da un abrazo - es algo que siempre estaré agradecido -

El menor de la familia sonrie contento, se sentía bien saber que sus esfuerzos son tomados en cuenta.

- pero ahora más que nunca, necesito tus ánimos Senjuro. - se pone firme.
- ¿Que sucede hermano? -
- verás, hoy fui a la finca del agua para pedirle una cita a Giyuu pero me encontré a su tutor. -
-¿Tuviste un combate para tener su bendición? - ahora entendia mejor porque algunas lesiones no correspondían a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
- ¿eh? Si, fue por eso -
- lo sé porque el joven Kamado me explico que es normal que el pretendiente se pone a prueba para ver si es digno o no de la mano de su omega. - recordando brevemente esa plática. Tanjiro le dijo que su padre fue muy honesto con su suegro cuando fue a pedir la mano de su madre. No fue difícil deducir que ellos siendo cazadores se arreglarían las cosas con una demostración.