💫Destello Rengoku 💫

💫21💫

Cuando se sintió lo suficientemente recuperado y con un buen desayuno en su estómago. Prosigue a su entrenamiento diario, el arte de la espada es algo que se perfecciona con el tiempo y su propio estilo aún si son alientos.

Las llamas de su padre son explosivas, su abuelo fue muy veloz. El ha dominado el aliento de la flama pero aún no es perfecta.

Antes de empezar con el plato fuerte, debia calentar para evitar lesiones en su cuerpo. Unos cuantos estiramientos y trotar alrededor para entrar en calor. Cuando sentía su cuerpo relajado y preparado, se dirigío al centro del Dojo con el Bokken en mano.

Empezó a realizar los movimientos básicos para ir subiendo de nivel a las posturas del aliento de la llama. El sitio centella en ocasiones por sus lenguas de fuego que bailan vivaces en el aire. Kyojuro hace correcciones pertinentes si su postura ha tomado una forma torcida. blande la espada de madera una y otra vez completamente concentrado, el sudor se marca en su frente y cuello humedece su cuerpo pero no deja que eso lo desconcentre.

Apenas puso atención al discreto ruido de la puerta abrirse.

Su cuerpo se vio rodeado de flamas de color vivo cuando ejecutó la segunda postura del aliento de la flama, dándole un aspecto imponente. Sus ojos que normalmente brillan amables, revelan el oculto resplandor de la alerta y determinación.

Fue otra vez que escucho la puerta moverse, lo hizo voltear a ver. Casi se le sale el corazón al reconocer ese precioso cabello negro y Haori de doble patrón.

- ¡Giyuu! - saludo con entusiasmo. -¡Buenos días! - no escucho si su saludo fue correspondido pero no le importa.
- siento interrumpir, pensé que era Shinjuro - estaba por irse pero rápidamente el Kinoe se acercó a la entrada. No le vio a la cara, toma algunas respiraciones para calmar su corazón.

No sabía que Kyojuro podía lucir tan genial.

- ¡No interrumpes nada! - sus mejillas se pintaron de rosa cuando sus ojos se encontraron. Además su aroma de flor es más tierno, mejorando mucho su estado de ánimo

- hoy es día que entrenamos. Pero creo que se suspendió - Giyuu imagino que posiblemente esté ebrio y dormido en su habitación.

Y en efecto. Está tirado en su futón ahogado en alcohol con su Yukata a medio poner, casi desnudo con su cabeza apoyada en una almohada babeando.

- ¡Entonces entrena conmigo! - propone entusiasmado - es mucho mejor mejorar las habilidades cuando tienes un oponente -
- está bien. -

Ambos afirmaron, regresando al centro del Dojo. Kyojuro le facilito de inmediato un Bokken para estar en misma condición.
- ¿vas a calentar? -
-no. Lo hice antes de venir - poniéndose en guardia. Kyojuro imita su acción, ninguno le quita la vista del otro. Completamente concentrados en planear su primer movimiento hasta que Kyojuro inicia con un avance directo.

Comenzó el combate de práctica. Giyuu se dió cuenta que había mejorado su ofensiva al intercalar movimientos de la espada de madera. Era obvio que tuvo que modificar un poco la postura del aliento de la llama para darle más fluidez. Debía corresponder a su esfuerzo, aumentando la dificultad.

Kyojuro no fue imprudente en ignorar que había aumentado la velocidad y sus estocadas eran más directas y fluidas, casi invisibles. El alfa evitaba en lo posible el daño por culetazo. Los golpes que impacta desestabiliza su equilibrio, tardando unos segundos valiosos, mismos que usa Giyuu en volver atacar.

Duraron varios minutos en el feroz entrenamiento de práctica hasta que ambas espadas de madera se rompieron en un choque frontal, pero la velocidad fue tan alta que la destrucción de las armas de práctica no fue suficiente para frenarlos. El moreno terminó en los brazos del rubio bicolor, de paso al suelo rodando un poco.