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Advertencia: Fluffydez 💖

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Cómo todo buen adulto responsable, tomo la situación con calma, sin provocar pánico. Explicando a su familia lo que estaba pasando y llevar las medidas correspondientes para una situación de ese nivel.

Pero estamos hablando de Shinjuro.

El alfa al percibir el aroma del Omega cada vez más atractivo, se levantó de golpe llamando la atención de los demás, incluso el propio pelinegro que lo ve sin entender.

- ¡No me jodas! ¡Debe ser una maldita broma!! -
- ¿ocurre algo padre? - oh dulce Senjuro, inocente.
- ¡todo está mal! - sin mediar más palabras, cargo a Giyuu como costal de papas, de un salto salió hacia el jardín y empezó a correr lejos de la finca ancestral. Dejando confundidos a los residentes. Corría con el Omega en su hombro evadiendo personas que pasan cerca y otros se quitan del camino asustados por los gritos del alfa maduro.

- ¡Me lleva la maldita chingada! ¡Que pinche mala suerte!! - empezó a maldecir en otro idioma mientras corre por el camino para ir a la finca del agua.
- Shinjuro... -
-¡No hables! No te muevas ni respires - ordena pero se detiene de golpe cuando en frente de el salta Kyojuro con expresión sería. Logra evitar chocar contra el pero debía buscar algún camino alternativo.

- padre ¿Porque te llevas a mi Giyuu? - la posesión no es discreta, sus pupilas dilatadas indican que está impregnado con las aún bajas feromonas de Giyuu.

- "¿Tan potentes son sus hormonas?"- pensó para si mismo mirando de reojo al omega.
- no está en condicion para tratar contigo -
- Kyojuro... - su voz se volvió más sedosa y sus mejillas están rosadas.
- ¡Giyuu! No te preocupes, voy por ti - se puso en guardia para poder quitarle a su pareja.
-¡Quédate dónde estás cabrón! -

Padre e hijo se veian a los ojos, esperando el momento adecuado para actuar. Buscando alguna debilidad en la defensa del contrario y salir triunfando. Una hoja de roble que caía hacia el suelo se desliza suavemente en el aire hasta que toca la tierra fue momento que ambos actuaron. Shinjuro daba saltos largos para eludir a su hijo mientras que Kyojuro intenta quitarle de los brazos al pelinegro, se deslizan por el suelo, saltan entre los árboles y ramas con tal de cumplir su objetivo.

-¡Padre! ¡Giyuu es mi pareja! Es mi deber ayudarlo con su celo - Kyojuro le dice desde el suelo.
- ¡Lo sabías cabrón!! - lo señala furioso mientras está arriba de una rama de un árbol.
-no~ no lo sabía hasta que lo menciono -
- ¡A otro perro con ese hueso! - señala hacia la dirección de la casa - ¡lárgate a la casa y quédate ahí! -
- ¡no sin mi Giyuu! -
- ¡Vaya a qué se debe este espectáculo tan Extravagante! - Uzui hace acto de presencia relajado de la vida. Venía de una misión cuando escucho todo el escándalo en el bosque y no se resistió.

- ¡Si no quieres cuidar a mi nieto agarra a Kyojuro!! - le ordena señalando a su hijo. Eso fue suficiente para que el shinobi-cazador se le ponga la piel de gallina y tomara al alfa rubio de la espalda para inmovilizarlo.

- ¡Tengen! - el Kinoe se remueve para intentar quitarse de encima al platinado, hace palanca con su cuerpo para derribarlo pero el agarre es ferreo.
- lo siento Kyojuro pero no pienso cuidar de tus bendiciones hasta mucho después -

Shinjuro aprovechando que su hijo está ocupado con el pilar del sonido, emprendió camino hacia la finca del agua. Corrió tan rápido como pudo, ingreso apresurado a la residencia, cada segundo es valioso. busco la habitación del Omega, Lo dejo en el suelo sin mucho cuidado y empezó a buscar por la habitación los supresores, abriendo cajones y armarios, pero nada, ninguna pista.

💫Destello Rengoku 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora