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Dos semanas despues...

Es una tarde amistosa, el sol brilla de forma gentil entre las nubes esponjosas y el cielo no podía verse más bonito. La naturaleza desprende un suave aroma relajante, distrayendo momentáneamente a cualquier ingenuo que lo permita.

Cómo Giyuu.

El pilar del agua camina de regreso a su finca con total calma. Después de días de arduo trabajo y valorar a los reclutas más jóvenes. Piensa que tal vez tenía una mancha de comida en la cara o algo así porque no paraban de verlo con atención extraña. Se avergonzó de inmediato, quizás tenía granos de arroz en las mejillas y andaba por ahí.

 Se avergonzó de inmediato, quizás tenía granos de arroz en las mejillas y andaba por ahí

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(Nota chismosa de Uzui: en realidad estaban encantados por su carita toda bella y linda)

En fin, hechos sus deberes, era momento de volver a casa a descansar un poco y hablar con su maestro sobre sus misiones. Ahora que lo pensaba, ¿Cómo estaría la familia Rengoku? La última vez que Vio al padre y primogénito estaban bastante atareados y había puesto un alto a las citas clandestinas de su prometido no oficial.

- es verdad. El nido de Senjuro - recordó en un segundo. Estaba por llegar a un pueblo, podría comprar telas y algo de algodón. Es su día de suerte, es temporada de recolección de esa materia prima.

Tal como había planeado, hizo la muy necesaria parada en el pueblo, tardó un poco en encontrar alguna mercería. Ya que es más común que los aldeanos hagan sus propias telas que comprarlas. Una vez en el sitio, el señor le ofreció varios tipos de tela, creyéndolo despistado para comprar material barato por costoso. Afortunadamente Giyuu no es tan distraído (menos en asuntos de nidos) y consiguió buenos materiales junto con algodón recién desmotado y peinado.

(Desmotar: quitar la semilla y hojas secas del algodón crudo y peinar es limpiar la fibra)

Triunfante salió de la tienda para dirigirse a la residencia Rengoku. Era mejor preparar el nido de Senjuro de una vez antes de llegar a casa. No demoro mucho en llegar, quizás estaba más cerca ese poblado de la finca de lo que pensó. La enorme y señorial casa de los usuarios del aliento de la flama impone tanto respeto como calidez. Su facha bien cuidada y hermosa que sintió vergüenza por la pinta de la finca del agua.

Aunque si es honesto, realmente no pasa mucho tiempo ahí.

Asomándose desde la puerta principal. buscando con la mirada a Senjuro o algún miembro de la servidumbre para indicarle su llegada y dejarle entrar.

-¡Joven Tomioka!! ¡¿Que hace usted aquí?!! - la voz femenina y gentil de Kie le llamo la atención.
- ¡No debería estar aquí!! - La dulce madre se acercó a el a toda prisa, cosa que confundió al pilar ¿Acaso había otro alfa en celo? ¿O se levantó una orden de restricción en su contra?

- no sabía que no podía estar aquí - dijo neutral.
- ¡No me mal entienda! Me refiero que hace una hora el joven Kyojuro y su familia fueron a la finca del agua para el proceso de matrimonio. Ya sabe, la prueba del maestro Urokodaki que impuso por su mano -

💫Destello Rengoku 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora