💫Destello Rengoku 💫

💫27💫

En su futon limpio duerme cómodamente Shinjuro, relajado de lo lindo. Soñando cuando Ruka le hacía piojito en la cabeza mientras está de flojo en casa, escuchando el pillar de los pajaritos a lo lejos.

-¡Padre!!! - abre los ojos de golpe cuando la fuerte y estruendosa voz de su hijo mayor resuena en la habitación y cabeza como un eco chirriante. Se levanta de un brinco del futón pensando que hay un enemigo pero solo es su enérgico primogénito con una mirada determinada. Antes de decirle algo, el alcohol en su sistema azotó su cerebro haciéndolo gemir de dolor.

- ¿Que carajos quieres... Tan temprano? - uso su respiración para concentrarse y aliviar el dolor.
- ¡Entrena conmigo! - se acercó determinado con una sonrisa firme - ¡Debo estar más que preparado para enfrentar al maestro Urokodaki!! -
- no jodas... Aún no sale el sol... Espera, ¿Porque hueles a Giyuu? -
- ¡Estoy determinado a ganar su mano! Además ¡Hoy no pude darle un beso!! Definitivamente no me gusto haberme ido sin besarlo ¡Hum! - expresa su inconformidad con sus manos en la cadera
- ¡¿Cómo que beso cabrón?!! -
- ¡Sin embargo, La espera es amarga pero sus frutos serán dulces!! -

- ¡Iré a calentar padre!! ¡Te esperaré en el jardín! ¡Ya le pedí permiso al dueño de la casa! - sale rápidamente en todo el entusiasmo del mundo dejando en la habitacion al alfa maduro en silencio. En cuanto a Shinjuro...

-¡Desgraciado mocoso cabron!! -

...

1 hora después...

En medio del jardín de la posada, sintiendo la suave brisa nocturna. Kyojuro y Shinjuro (ya presentable) se miran a la cara mutuamente, cada uno con un Bokken. El ambiente es tenso aún con tan pacífica visión.
Tanjiro se había ido desde hace rato, no tenía misión de inmediata pero quería ir a casa temprano para ver a su familia y saludar a Zenitsu y posiblemente salvarlo de Inosuke.

- sabes las reglas. Desarmar a Urokodaki sin recibir daño. A diferencia de el, yo no seré amable - se pone en posición. Está de horrible humor por varios motivos: ser despertado de golpe, que su hijo lo trato de tonto al verse a escondidas con Giyuu, su desayuno fue muy poco y le faltó su jugo de naranja para el dolor de cabeza.

- ¡Gracias por ayudarme padre! ¡Daré lo mejor de mi!! - también toma postura de combate. Afilando sus sentidos y preparándose mentalmente.

De un momento a otro, el sonido de las Bokken empiezan a resonar en crujidos violentos de los movimientos de los usuarios. Humo y ráfagas de viento hacen que el espectáculo sea atractivo para los curiosos. Ver a dos grandes espadachines moverse con tanta gracia y ferocidad no es algo muy común de ver.

Es como ver enfrentarse a dos tigres de bengala.

Kyojuro es hábil y aprende rápido de los movimientos de su oponente pero su padre es voraz, agresivo y definitivamente no se tienta el corazón en darle de lleno en el cuerpo.

Son varias rondas dónde más de una vez cambiaron de espada de madera porque terminaba rompiéndose o quemándose por sus alientos igneos. Incluso había restos de ollin en sus mejillas y ropa. Y en todas esas batallas de práctica, Kyojuro recibe daño en el abdomen o pecho al dejarlo al descubierto.

- ¡Maldición! ¡Anticipa los movimientos de tu oponente mocoso! - regaña Shinjuro viendo a su hijo mayor levantarse del suelo con cierta dificultad. Usando la respiración de concentración total para recuperarse más rápido y recalentar sus músculos, aliviando el dolor.

- ¡Si! -
- solo dices eso. ¡Hazlo maldita sea! - nuevamente arremete con su Bokken en un ataque frontal. Kyojuro puede bloquearlo y contra atacar pero rápidamente es empujado con la fuerza pura de su padre. Nuevamente sus miradas se enfrentan, buscando amedrentar.