Dios del alma no se movió. Era tan silencioso que ponía un poco nerviosa a la gente.
Sin embargo, Bu Fang no le prestó mucha atención.
Dibujó el lugar en la memoria de la Reina de las Maldiciones y pidió a todos que lo buscaran.
La Tierra era tan grande, pero eso solo era relativo a los mortales. Para los Inmortales presentes, no les tomaría mucho tiempo rodearlo.
Por supuesto, todavía era bastante difícil encontrar un lugar pequeño en detalle.
Pero al menos los Inmortales tenían un objetivo.
Todo el Planeta Ancestral parecía estar al revés. Estos Inmortales siguieron buscando.
Tongtian, Yuanshi Tianzun y otros expertos se unieron a la búsqueda.
No fue una exageración decir que estaban cavando un metro en el suelo.
Durante este tiempo …
Bu Fang, por otro lado, vagó tranquilamente por la Tierra.
Luego, llevó a Nethery y Whitey a visitar al Emperador Suiren, que estaba solo en una cueva en el techo abovedado.
Le trajeron carne asada y vino, y tuvieron una amena conversación.
Después de la visita, fueron a varios lugares del Planeta Ancestral.
El tiempo pasó muy rápido.
Pasó medio mes.
Los Inmortales del Planeta Ancestral no encontraron nada.
No pudieron encontrar el lugar que describió Bu Fang.
Tongtian estaba un poco ansioso. Encontró a Bu Fang sentado en un pequeño bote.
Cuanto más se prolongaba, más incómodo se volvía Tongtian. Si Soul God realmente recogiera el corazón, sería un desastre para todos los expertos presentes.
"¿No puedes encontrarlo?"
Bu Fang sostuvo la caña de pescar y no se movió.
El pez no se movió, y él tampoco.
Xiao Bai y You se sentaron en la distancia y observaron en silencio.
Tongtian frunció el ceño y suspiró profundamente.
"No debería serlo. El Dios de la Cocina trajo el corazón del Dios del Alma de regreso al Planeta Ancestral. En circunstancias normales, debería estar escondido en la Tierra de los Huesos Enterrados.
"¿Has buscado en el reino secreto del Planeta Ancestral?"
Preguntó Bu Fang.
La caña de pescar se movió. La mano de Bu Fang tembló como si hubiera golpeado la superficie del mar.
Un pez gordo salió volando de su caña de pescar.
Bu Fang azotó el pescado con su caña de pescar.
Xiao Bai extendió la mano, agarró el pescado y lo arrojó al balde a sus pies.
"Lo he buscado por todas partes... ¡pero no hay ningún rastro de él!"
Tongtian frunció el ceño.
Habían buscado todos los Reinos Arcanos en la Estrella Ancestral, pero... todavía no podían encontrar nada.
Los Demonios del Alma en el Planeta Ancestral habían sido completamente eliminados, pero... todavía no había rastro ni noticias del Dios del Alma.
Para ellos, esto no era una buena noticia.
