5. MIS HERMANOS YA ESTÁN HARTOS o PROYECTILES EN LA PREMIERE

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Siempre recuerdas tu primera vez. Gracias a mis hermanos, sin duda lo haré. El estreno de Los Borrowers, en el Odeon de Leicester Square, no fue mi primera proyección de la película. Fue en una sala de proyección del Hard Rock Café, un regalo que los cineastas nos hicieron a mí y a unos amigos del colegio. Es un recuerdo feliz y creo que mis amigos lo disfrutaron, pero puede que eso tuviera algo que ver con las minihamburguesas y la Coca-Cola gratis. El estreno en sí fue algo mucho más elaborado. No fue nada comparado con lo que vendría después, pero aun así fue un gran acontecimiento. Nadie de mi familia había asistido nunca a un estreno, así que no sabíamos qué esperar y mamá y papá no pudieron prepararme para la experiencia. Había mucha gente fuera y esta vez no animaban a Macaulay Culkin, sino a mí y al resto del reparto. Sin embargo, no creo que se me subiera demasiado a la cabeza.

¿He mencionado que tener tres hermanos mayores tiende a mantenerte con los pies en la tierra? Llegamos en un convoy de Morris Minors -los coches clásicos que se utilizaron en la película- y salí a la calle con mi elegante traje blanco, corbata negra y camisa blanca (ya os dije que había echado el ojo al papel de James Bond). Me intimidaba un poco, así que me pegué a Flora. Ella era mi red de seguridad. Llevaba mucho más peso de la película sobre sus hombros que yo. Ella era Batman, yo Robin. Ella era Harry, yo era Ron (casi literalmente, con mi pelo naranja). Flora era segura de sí misma, elocuente e increíblemente buena con las cámaras y las entrevistas. Me quedé cerca de ella y seguí su elocuente ejemplo. Mientras yo estaba en la alfombra roja, mi familia entró en el cine. Allí se encontraron con un montón de señoras guapas y bien vestidas que llevaban bandejas de champán gratis. ¿Cómo sabían que era gratis? Cada uno de ellos confirmó su precio preguntando a las guapas damas por separado. Mi hermano mayor, Jink, aprovechó especialmente la bebida gratis, como habría hecho cualquier chico de dieciséis años que se precie. Y como tenía una hora que matar entre nuestra llegada y el comienzo de la película, tuvo tiempo de sobra para hacerlo. Tomó subrepticiamente varias copas y, llegado el momento, se dirigió inseguro a la sala. Sin embargo, ni siquiera habían empezado a rodar los créditos iniciales cuando Jink sintió una repentina y urgente necesidad de estar en otro sitio. Se levantó, tropezó con algunos espectadores irritados que estaban en su pasillo y desapareció. Pasaron cinco minutos. Ni rastro de Jink. Mi padre murmuró unas palabras y salió en busca de su hijo mayor. Como era de esperar, estaba encerrado de rodillas en un retrete, adorando la porcelana mientras el champán gratis volvía a salir. Mi padre estaba fuera del cubículo, trajeado y calzado, mientras Jink se desahogaba. ¿Y la guinda del pastel? Un cliente entró y, al verle allí de pie con su traje, confundió a mi padre con un empleado del baño y le dio una libra de propina. No era, en definitiva, como él esperaba que resultara su velada (pero se quedó con la libra). Así que Jink se perdió la película, mi padre se perdió la película y los festejos de la noche aún no habían terminado. Hubo una gran fiesta posterior. Se celebró en un enorme almacén decorado con el atrezo de gran tamaño de la película, con música, juegos, dulces y -lo has adivinado- más champán gratis. Esta vez le tocó a Ash -de trece años y siguiendo los pasos de su hermano mayor- probar los frutos de la campiña francesa. Con varias copas en el gaznate, decidió que sería una buena idea subirse al enorme castillo hinchable con Chris. No fue una buena idea. El castillo hinchable estaba siendo utilizado por niños de la mitad de su edad y tamaño. Chris le da un rodillazo en la nuca a un niño de nueve años. Para no ser menos que su hermano mayor, Ash dio unos cuantos botes y vomitó de forma espectacular en una esquina del castillo. Se arrastró fuera del castillo, eructó ruidosamente y anunció: "¡Ya me siento mucho mejor!". En general, creo que es justo decir que el comportamiento de los hermanos Felton aquella noche fue, en el mejor de los casos, desigual. Pero no dejé que me afectara. Simplemente disfruté de la velada. Al fin y al cabo, yo no tenía grandes esperanzas de ser actor o, lo que es aún más improbable, estrella de cine. Había tenido mi momento bajo el sol y lo más probable era que éste fuera mi primer y último estreno cinematográfico. ¿A que sí?

Más allá de la varita - Tom Felton (Traducción Fan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora