¿Será que es amor? - Caché Adaptación

Capítulo 30

—Se los quise decir antes, pero estaban ocupados.—Dice Kim alcanzándolos en la entrada de la empresa.—Todos parecen salidos de una revista de modas. Formidables.—Añade con una sonrisa.—También quería decirte, cuñada, que tienes una entrevista.

—Ya fue cancelada, Kim.—Replica Laura.

—Ah.

—¿Qué entrevista?—Pregunta la castaña.

—Era sobre las herederas de la compañia y sus futuras parejas.—Explica Laura.—La cancelamos porque pensé que no aceptarías.

—¿Y decidiste cancelarla sin preguntarme?

—Hasta yo sé que no la aceptarías, Daniela.—La defiende Felipe.

—Es trabajo, Felipe.—Responde Daniela.

—Todavía se puede hacer, si quieren.—Ofrece la rubia.—Nos dieron la cita con poca anticipaicón y, como no había tiempo, aún se puede hablar con ellos para que la reprogramen. ¿Te parece bien, cuñada?—Pregunta y siente la mirada fulminante de su jefa.—Tengo trabajo. Estaré allá arriba, con permiso.—Dice y se va prácticamente corriendo.

—A decir verdad, sería bueno tener una entrevista, para tratar de calmar los rumores.—Opina la morena.

—Es cierto. Sí, claro.—La apoya Daniela.—Primero, fue la noticia de nuestros compromisos uno tras otro. Ahora, su boda tan apresurada. El ambiente está complicado.—Argumenta.—Sería bueno que diéramos una muestra de fortaleza.

—Sería en la fecha de nuestro viaje por Italia.—Responde Felipe.

—Vayan de luna de miel a Italia.—Propone María José.—Es mucho más romántico.

—Sí, es cierto.—Vuelve a apoyarla Daniela.

—Las compras también pueden hacerlas aquí.

—Está bien. Si ustedes quieren, estoy de acuerdo.—Responde Laura.—¿Qué opinas, Felipe?—Mira a su novio.

—Dijiste que querías comprar tu vestido allá.—Replica el castaño.

—¿Su vestido?—Habla nuevamente la morena.—La señora María Fernanda me está ayudando a elegir el mío. Puedes confiar en su buen gusto.

Daniela hace una mueca de forma disimulada, María José nunca dejaba de sorprenderla.

—Si quieres, pueden atenderte los mismos diseñadores.—Ofrece a Laura.

—De acuerdo, está bien. Perfecto.—Dice Laura convencida.

—Perfecto, entonces nos vemos en la entrevista.—Se despide Daniela.

—Bien, nos vemos.—Dice la chica de ojos marrones y entra nuevamente a la empresa junto a su novio.

—¿Cómo puedes hacer eso?—Cuestiona Daniela apenas quedan solas y la morena rueda los ojos.—Decirle a la gente cuándo casarse.

—No se me ocurrió una idea mejor.—Se defiende María José.

—¿En serio?—Replica sarcástica.—Como van las cosas, uno de estos días voy a despertar casada contigo y con dos hijos.

—No lo digas ni en broma. ¿Yo, casada contigo? ¿Y con dos hijos? —Pregunta de forma retorica.—Sería una desgracia. —Rueda nuevamente los ojos.—No entiendo por qué estás enojada ahora.

—¿Crees que no tengo motivos después de lo que hiciste?

—Lo único que importa es que ahora Laura está paralizada, y eso es útil para ti. Está sorprendida por nuestra boda.