¿Será que es amor? - Caché Adaptación

Capítulo 61

Noah sale a la sala acompañado de Oliver quién trae una maleta en sus manos, mientras qué María Fernanda desde el sillón lo observa con incredulidad.

—¿Te vas, Noah?—Pregunta la mujer rubia.

—Daniela tiene razón. Yo no les hago ningún bien. Al contrario, las lastimo.—Murmura el ojiazul con seriedad.—Será mejor que me aleje un tiempo.

—Ujum, si lo piensas, no tenemos muchos...buenos recuerdos.—Admite con pesar.—Daniela puede tener razón, pero yo debí mantenerlos unidos. Digo, ¿no es eso ser una familia?

—Tal vez no. Tal vez solo fingíamos que éramos una familia feliz.—Dice y la mujer guarda silencio.—Cuídate, María Fernanda.

No espera una respuesta y finalmente sale de la casa con la maleta en sus manos.

(...)

Los días transcurren con las chicasdando vueltas por los alrededores de la playa, intentando distraer a la morena,  se estaban quedando en una cabaña a  las afueras de la ciudad. Y por su parte, Daniela se encerró en su apartamento ignorando todo y a todos, a su alrededor.

Y aunque, María José sentía la compañía de sus amigas y lo apreciaba, cada cierto tiempo terminaba aislándose, necesitaba pensar sin que nadie pudiera reprocharle nada.

Y para Daniela, las cosas no eran muy diferentes, se arrepentía cada segundo por haberle mentido a la morena, creyó hacer lo correcto pero ahora se daba cuenta de que no era así. Después  de que todo hubiese explotado,  ni siquiera era capaz de atender las llamadas de su madre y de sus amigos. Quería estar sola.

De forma inconsciente, ambas dormían de lados opuestos, como si en un universo paralelo estuviesen durmiendo juntas, se extrañaban demasiado, pero también había mucho dolor de por medio.

(...)

Una semana después.

—Dámelo, la voy a llamar.—Murmura  María Fernanda intentado tomar el teléfono.

—Señora, parece una niñita.—La reprende Oliver arrebatándole el teléfono.—No le va a hablar, ella quiere estar sola.

—Han pasado muchos días. No tengo idea de si está bien o no.

—No le pasó paso nada, está en su casa.

—¿Cómo sabes que está en su casa?

—Hoy fui.

—No puedo creerlo, Oliver. ¿Y no me dijiste nada?—Le reclama ofendida.

—Dime. ¿Qué está haciendo?

—No le dije porque quiere estar sola, y no me abrió. Le pregunté al de seguridad y me dijo que hace días que no sale.

—Ay, mi bebé. Me estoy volviendo loca.

—Al menos sabemos qe está a salvo.—Intenta tranquilizarla.

En la oficina, las cosas no son muy diferentes, todos mantenían su semblante serio, desde que  ambas chicas habían "desapaercido".

—¿Qué hacen aquí afuera?—Pregunta Mariana saliendo a la terraza del despacho de Daniela.

—Hace días que nadie sabe nada de la señorita Daniela.—Replica Carla preocupada.—La única señal de vida fue su mensaje. Quería que regara las flores. Todos los días organizo su oficina y me siento terrible cuando veo su silla vacía, señorita Mariana.

—Yo también.

—Es muy inteligente regar las plantas con toda esta lluvia, Carla.—Se burla Kevin.