Capítulo 112

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—Señor Ates.—Murmura Daniela cuando el hombre ingresa a la oficina.

—Bienvenido.—Saluda María José.

—¿Cómo están?—Responde Ates estrechando su mano con las de ellas.

—Bien, gracias, ¿y usted?—Replica la morena.

—Muy bien, gracias.—Contesta la castaña.—¿Le ofrezco...?—Intenta decir.

Sin embargo, se queda callada cuando Felipe entra a la oficina en compañía de Germán.

—Ah, ah. ¿Señor Germán?—Musita sorprendida la morena.

—¿Cómo está?—Responde Germán estrechando su mano con ella.

—¡Bienvenido!

—Muchas gracias. Qué gusto volver a verla, señorita María José.

—Igualmente. No sabíamos que ustedes fueran socios.—Contesta María José.

—Sí, digamos que así están las cosas.—Replica el hombre.—Pero el señor Ates se encargará del trabajo.—Señala a su socio.—Yo observaré a distancia. Cuando supe que se trataba de ustedes, tuve mucho interés en venir a verlas.

Mientras que Daniela intenta procesar que el hombre que le generó desconfianza, se encuentra dentro de su oficina.

—Después de que ocurriera aquella coincidencia,—Comenta Ates.—no pudimos rechazar la gran oferta del señor Germán.

—Todo sucedió muy rápido. Qué bien.—Responde Daniela con escepticismo.—Por favor, siéntense.—Les pide.

Todos toman asiento en sus respectivos asientos, con ambas chicas en la punta de la mesa, Ates y Germán en uno de los laterales y Felipe frente a ellos.

—Dijo que la vida estaba llena de coincidencias y estaba en lo cierto.—Murmura María José mirando a Germán.

—Cuando dije eso, no pensé que la vida actuara con tanta rapidez—Admite el hombre.

—Cierto, y cuando hay tantas coincidencias,—Contesta la castaña.—a mí me causa algo de sorpresa.

—Pues a mí me da mucho gusto volver a verlas.—Replica Germán.—Cuando supe que trabajaríamos juntos, me alegré.

—El señor Germán está tan contento con el trabajo de restauración, que quiere que hagamos trabajos más grandes con Art Life.—Dice Ates.

—Señor Ates, no entremos de inmediato en negocios.—Pide Germán.—Ya habrá tiempo para hablar de trabajo, ¿cierto?—Mira a las chicas.

—Claro, seguro.—Responde la castaña.—Tenemos tiempo.

Por otro lado, María Fernanda observa la tarjeta que le dio Germán, dudando si llamarlo o no, pero gracias a su asistente, finalmente se convence de hacerlo.

Mientras tanto, Juan Pablo recibe una llamada de su esposa. Sin embargo, se alarma cuando escucha el sonido repentino de un automóvil deteniéndose. deja de escuchar la voz de Mariana y alguien grita que un auto arroyo a una mujer embarazada y que deben llevarla al hospital.

(***)

—Pues bien, ahora vemos que esta pequeña reunión no será suficiente.—Comenta Ates.

—Es verdad, el asunto del que hablamos ahora es un negocio muy grande.—Lo apoya Germán.—No podemos apresurarnos.

—Claro.—Admite Daniela.—Bueno, pero...¿está seguro de que le interesa esta sociedad?

—Desde luego que me interesa. Creo que será una buena ganancia para mi compañía.—Afirma Germán.—Pero lo más importante es que tendré la oportunidad de conocer a una familia como la suya. No es fácil encontrar personas buenas y honorables como ustedes.

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora