María José Guzmán "Poché" es una joven vendedora de flores que pone todas sus esperanzas en su educación. Cuando se enfrenta a Daniela Calle una millonaria heredera, su beca para estudiar en Italia se ve afectada, dejándola solo con su diploma de es...
—Es qué, cuando Daniela está cerca, ya no puedo estar tranquilo.—Le explica Felipe a su novia mientras caminan por el jardín del hotel.
—¿Por qué?—Cuestiona Laura.—¿Cuál es el problema? Hablemos de eso.
—Hablemos, Laura.—Replica deteníendose.—Hablemos de lo que pasó durante la cena. Te veías celosa de Daniela.
—¿De qué hablas? ¿Por qué estaría celosa de ella?
—No eran celos de ella. Es de María José de quien estabas celosa más bien.
—¿De verdad? ¿De María José? Por favor.—Cuestiona incrédula.
—Se nota que estás celosa en todos tus movimientos y comentarios. Eres la única que no se da cuenta.—Dice molesto.—Dime, ¿qué te sucede? Si te das cuenta en lo que estoy metido ahora ¿no?—Cuestiona pero sin obtener respuesta.—Más bien si tu quieres regresar con Daniela...
—Jamás.—Interrumpe rápidamente.—No hay nada de eso.
—Pienso que tal vez no me quieres mucho, Laura, eso es todo.
—Felipe, te suplico que no hagas esto.
—Me contrataste solo para darle celos a Daniela ¿verdad?—Cuestiona con dolor.
—Para nada.Sabes que te necesito en la compañía.—Se defiende de inmediato.—Vamos a unir nuestras vidas, nos vamos a casar. Dime por qué haces esto.
—Laura, mira. Yo soy un hombre educado, soy un hombre moderno. Pero todo tiene un límite en la vida. Soy amigo de la familia, soy amigo del pasado, ahora socio comercial. Lo acepté todo.—Explica enumerando con los dedos.—Pero si aún sientes que amas a Daniela, te suplico que no juegues conmigo.
—No estoy interesada en ella,. Créeme, por favor. Te lo juro.
—Hacen falta más que promesas, Laura.—Dice con dolor.—Estás frente a un hombre que te ama profundamente. Ojalá puedas reconocer su valor. En fin, voy a la sala de conferencias a ver que todo esté listo.—Finaliza yendohacia el otro lado.
(...)
—Debemos enviar la presentación al señor Bastían.—Informa Daniela sentada con sus socios; Mariana y Juan Pablo.
—Ya le envíe todo.—Responde Mariana.
—Estupendo.
—Pero qué junta tan aburrida.—Reclama Juan Pablo.—Ustedes dos son lo más tedioso que hay. Ya revisamos la presentación, por lo menos, mil veces. Menos mal que María José está aquí. Es la única divertida.
—Yo también puedo ser divertida.—Replica Mariana mientras Laura toma asiento junto a la castaña.
—¿Es en serio?—Dice el rubio asombrado.
—¿Esa es María José?—Pregunta Mariana impresionada, viendo hacia el pasillo que conecta el hotel con al área de las mesas, donde se encuentran ellos.
Al oír la pregunta, todos en la mesa se giran para ver a la morena, incluída Daniela que se queda sin palabras. María José parece salida de una pasarela; tiene su pelo recogido en una coletacon unos mechones pequeños cubríendole la cara, un enterito largo blanco con diseños de hojas verdes en todas partes y con un hombro descubierto, unas gafas de sol oscura y una cartera de color beige en su mano derecha. Incluso su forma de caminar desprende belleza. *no sé si lo describí bien pero aquí una foto*
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