Capítulo 95

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—¡Chicas!—Habla María José entrando en la sala de descanso.

—¿Poché?—Replica Kim.—¿Qué pasó?

Paula la mira sin expresión y decide no darle importancia a lo que dice.

—¿Esto es normal?—Pregunta la morena ubicándose en medio y tomando las manos de ambas para llevarlas a su pecho y que puedan sentir el latido acelerado de su corazón.

—¿Qué tienes?

—Creo que tengo taquicardia. ¿O ustedes lo sienten normal?—Vuelve a preguntar.

Y la abogada retira su mano, sintiéndose incómoda.

—¿Qué pasó? ¡Cuéntanos!—Pide la rubia.

—Kima, el juego está funcionando.—Responde María José sin quitar la mano de Kim, de su pecho..—Hace rato...Santiago me mandó muchos regalos... Unas pelotas y unos globos enormes.—Cuenta divertida.—Y luego, Daniela se enojó. Enfureció.

—Oye...Cuéntanos desde el principio.—Contesta la rubia sentándose nuevamente.—¿Qué te dijo? Cuéntanos, ¿qué dijo?

—Bien, les diré.—Aplaude emocionada.—Estábamos las dos trabajando...

—¿Y qué pasó?—Pregunta ansiosa Kim.

Y la morena comienza a contarles todo lo que ocurrió en la oficina.

Mientras que, en una cafetería cercana a la empresa, Carla y Kevin se juntan para conversar, pues el pelinegro quiere hacer un trato con ella, dado que falta poco tiempo para San Valentín y son de los pocos que no tienen una pareja en la oficina, el trato consiste en ayudarse a encontrar una pareja y si no lo consiguen, ambos pasaran el 14 de febrero juntos.

(***)

María José, sentada junto a Sirius, espera a Santiago afuera de la cafetería.

—Hola.—Lo saluda apenas lo ve.—¿El dueño del local dejará entrar a este galán?—Señala al perro.

—El dueño de este local lo acepta encantado.—Responde el ojinegro acercándose a ellos en compañía de un chico.—Porque es una cafetería que admite mascotas.—Acaricia a Sirius.—¿No es verdad? ¿Qué tal tu primer día?—Mira a la morena.

—Para ser el primer día no me fue mal. Y con tus aportaciones yo diría que fue perfecto.—Contesta María José.

—Señorita, aún no ha visto nada. Y tampoco te subestimes.—Replica Santiago.—Tú tienes tu parte.—Le guiña un ojo y mira a su amigo.—Emilio. María José.—Los presenta.—Es la que te conté que era mi amiga de la infancia.

—Lo recuerdo. Mucho gusto.—Dice Emilio estirando su mano para saludarla.

—Igualmente.—Responde la morena.

—Emilio es fotógrafo en una gran empresa.—Explica el ojinegro.—Nos conocimos en algún lugar de Brasil, no recuerdo. Y hoy vino para fotografiar mis diseños.—Le cuenta.—Pero como no quería tomar cualquier foto, está esperando que le llegue la inspiración, ya van dos horas.

—De hecho, tengo una idea.—Menciona el chico.

—¿Cuál es?

—Santiago, tus diseños están vivos, tiene espíritu, ¿cierto?

—Ehh, sí. Al menos es lo que pienso.—Responde Santiago.

Kim sale de la casa para ir a botar la basura y se encuentra a la castaña estacionando su carro afuera.

—¡Cuñada!—La saluda emocionada y Daniela la mira confundida mientras se baja del carro.—Señorita Daniela.—Se retracta.

—Ehhh..Katherine. Katherine.—Murmura la castaña intentando recordar su nombre y la rubia tira la bolsa de basura al piso.—¿Katherine?

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora