Capítulo 51

2.5K 123 9
                                    

—Suzán.—Habla María José entrando a la salga grupal en compañía de Daniela.—Voy a cambiar el proyecto y te lo envío. Haz los dibujos, ¿sí, querida?

—Está bien.—Acepta la chica.

La morena deja su bolso sobre su escritorio y Daniela se retira a su oficina.

—Convencí a Daniela. Rediseñaré la construcción para que no muevan el árbol.

—Qué buena noticia.

—Sí, reajustaremos el diseño.—Replica María José con una sonrisa orgullosa.

Le da unas últimas instrucciones y regresa a su asiento.

(...)

En la casa de los Calle, María Fernanda da vueltas de un lado a otro con el teléfono en la mano, sin atreverse a llamar.

—Por favor, llámela ya.—Le pide Oliver.—Llámela, ¿qué más da? No creo que venga.

—¡Oliver!—Le reclama la mujer rubia.

—Al menos así, le dirá a la terapeuta que sí la llamó. Llámela.

—Está bien.—Acepta María Fernanda marcando el número de la morena.

(...)

—Hay que volverlo a hacer.—Pide Andrew mientras María José le muestra unos diseños.

—Muy bien.—Replica la morena.

—Bien, me lo enseñas.—Responde yéndose a su puesto.

Su teléfono comienza a sonar en la mesa y rueda los ojos al ver el nombre de María Fernanda.

—¿Es que nunca podré librarme de los Calle? ¿Nunca?—Gruñe molesta antes de contestar.—¿Hola?

—Hola, María José.—Balbucea nerviosa.

—¿Cómo está?

—Eh...¿Crees que puedes venir a tomarte un café conmigo? Tal vez, en la tarde.

—No.—Se niega de inmediato.

—¿Ah, no? Bueno...No tiene que ser hoy, puede ser mañana, otro día, o cuando tengas más tiempo.—Intenta convencerla.

—No es porque esté ocupada, señora. Es porque no quiero tomar café con usted y también porque no quiero oír nada sobre su hijo.

—No se trata de Daniela.

—¿Entonces de qué?

—María José, empecé...a recibir terapia.—Le cuenta con tímidez.

—Pues me parece muy bien.

—La terapeuta me dijo que yo tenía que hablar contigo.

—¿Y de qué quiere hablarme?

—No me dijo de qué. Pero ven. Seguro encontraremos algo de qué hablar. Cuando tengas tiempo y cuando tú quieras. ¿Podrías?—Pregunta con la voz quebrada.

—No sé, lo pensaré.—Replica María José haciéndose la difícil.

—Está bien. Es una buena noticia. Me conformo con eso. Gracias.Adiós.—Se despide la mujer mayor realmente ilusionada.

Cuelga la llamada y Oliver da un saltito emocionado, sintiéndose orgulloso de su jefa.

(...)

—Paula...mira, sé que te irá bien. Hoy has trabajado mucho, ve a descansar.—Le pide Felipe.

¿Será que es amor? - Caché Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora