Río de Janeiro.

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-Solo porque Caro no cuenta mucho, lo cual sería normal si hubieran terminado en malos términos -Mencioné tratando de parecer despreocupada, esperando que no note mi interés en conocerlo más -. Pero, el día de su cumpleaños me di cuenta que tienen una relación maravillosa.

-¿Te parece? -pregunto sorprendido. Sonreí.

-Lo hacen de una manera muy madura, además, se nota que Davi te adora. Es un niño muy guapo.

-Bueno se parece más a Caro físicamente, pero en su forma de ser se parece más a mí.

-Ojala pudiera conocerlo más. -dije como un comentario al aire.

-Podrías hacerlo. ¿Quieres ir a un partido el sábado? -preguntó animado. Al ver que no respondí enseguida, agregó: -podemos ir a cenar luego de eso.

¿Conocer a su hijo? ¿Y Caro?

-¿Cómo crees que lo tome Caro? -pregunté.

Lo pensó un minuto y luego me miró sonriendo.

-Pues nada. estará muy feliz. Ella podría venir con nosotros. -dijo. Me puse nerviosa enseguida por algo que no había sucedido aún, pero le sonreí.

-Señor Neymar, ¿llegamos al mismo lugar de siempre? -interrumpió su chofer, su nombre es Julian y Neymar dijo un corto sí.

Yo mire por la ventana. El camino pasó muy rápido, de lo mucho que estuvimos hablando. Podía ver la playa desde el auto. Noté que el auto comenzó a desacelerar hasta que paro. Mire a Neymar y el me estaba sonriendo.

-Llegamos. -dijo. Fruncí el ceño. Que yo recuerde, no le había dicho a donde íbamos a llegar. -Como llegamos temprano, pensé en que podríamos desayunar algo.

Sonreí. Era muy dulce.

-Esta bien.

Salimos, esta vez espere a que Neymar saliera y cuando fue mi turno, el me brindo su mano para ayudarme, aunque es él quien está lesionado. Le sonreí amable. Vi que llegamos a un café llamado Café Cultura. Era un lugar muy elegante pero casual al mismo tiempo. Nos sentamos en una mesa que escogió Neymar y no demoró en llegar una mesera.

-Señor Neymar, hace mucho no venía por aquí -dijo una chica rubia con el cabello atado en una cola. Es muy guapa.

-Es cierto, Pia. estuve un poco ocupado. Pero sabes que vuelvo cada vez que puedo. -Le sonrió a la chica y mi corazón se arrugó un poco pero trate de ignorar el sentimiento. Solo es amable. Además no puedo estar celosa.

-Ojalá la próxima vez no tarde mucho -dijo la chica sonriendo. -, volveré cuando estén listos para ordenar.

Así de rápido se retiró. La chica no me miró en ningún momento.

Empecé a ver la carta antes de que se retirara para disimular un poco mi incomodidad ante la situación. Ya había desayunado pero me dio hambre apenas vi el Café.

-¡Oh Dios! Tienen un café nutella, ¿que tal será? -Mire a Neymar y él me miró divertido por mi reacción.

-Debe ser muy dulce. -Mencionó sonriendo.

-Oh, se escucha delicioso. Creo que pediré uno. -Así de fácil, olvide lo que sucedió con la mesera. - y un croissant doce.

-Vale. -llamó a la mesera y ella vino casi de inmediato. -Cariño, nos puedes dar un Café nutella con un croissant doce y lo de siempre.

¿Lo de siempre? La chica asintió sonriendo. -Claro que sí. No me demoro.

Se alejó y mire a Neymar curiosa. Ignore que la llamara "cariño"

4 AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora