19 de agosto de 2023.

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Regresamos a París y desde entonces no paramos de viajar. Neymar le mostró las fotos que le tome a alguien y dijo que tenía muy buen ojo para la fotografía, y empecé a hablar sobre mi trabajo. Eso me llevo inicialmente a vender mi trabajo como fotógrafa y a trabajar en marketing para alguna empresas, también me contrató Pauli para ayudarle en su marca. 

Encontré mi camino, y al lado de la persona que amo. Neymar esta muy unido a Messi y empezamos a reunirnos varias veces. Messi le tenía un aprecio muy grande y yo pude conectar muy bien con Antonella. Nos hicimos muy cercanas de hecho. Caro la conocía y cuando venía era maravilloso, aunque la vida de ellas es más familiar. 

Con Neymar todo era increíble. Estábamos planeando casarnos después del mundial de 2022, porque en esta fecha tan cercana tenía muchos partidos importantes y quería que la fecha fuera completamente de nosotros. Yo debía elegir la fecha, elegí el 19 de agosto de 2023. Pero estábamos planeando muchas cosas con Pauli y Sabi. Ney esta más enfocado en el fútbol y aunque a veces trato de acompañarlo a todo, no siempre voy. 

Hoy vamos a elegir el vestido. Estoy tan nerviosa. Ney esta en Inglaterra jugando y regresa mañana. Yo estaba obsesionada con los vestidos de Vera Wang, pero Pauli dijo que había una tienda donde vio unos vestidos y cree o más bien jura que uno de allí es el mío. Justin Alexander. 

-Es aquí -dijo Pauli. La miré y asentí mientras entramos. 

Sabi nos siguió. Se había pintado el cabello de negro, se ve muy hermosa. Estoy tan emocionada. Pauli empezó a mostrarme un montón de vestidos. Me empecé a probar vestidos como loca. Los de la tienda nos dieron vino rosado. Ofrecieron otra cosa pero Pauli decidió que esta es una ocasión para tomar vino. 

Estaba cansada y todavía no había encontrado el vestido. Llevamos una hora y media aquí. Me senté resignada con un vestido de novia al lado de Pauli mientras Sabi seguía buscando. 

-Estoy segura que ese vestido esta aquí -dijo Pauli. 

-No lo sé, amiga. -Suspire. 

-Debemos seguir buscando. ¡Vamos! -me levanto de la silla y cuando nos dimos la vuelta estaba Sabi de pie sonriendo con un vestido en la mano. Con el vestido. Mire a Pauli y me miro sonriendo. 

-Es ese. -susurro todavía sonriendo y yo asentí.

Me lo puse y era este. Un vestido ajustado y acampanado de encaje sin tirantes, con una cola tipo capilla, y unas mangas tipo guantes de novia con bandas. Salí y Pauli no pudo evitar llorar un poco.

-Para -me queje con la voz entrecortada. 

Sabi asintió sonriendo.

-Te ves preciosa -dijo ella. 

Suspire. 

-Ahora debemos elegir los de ustedes. -dije, ya que ellas serian mis damas. 

-Pero eso no será hoy. De pronto cuando falte un año. -dijo Sabi riendo. Estamos exhaustas. Pauli se rio también. 

Llame a mi mamá para decirle que había encontrado el vestido, y que me moría por que estuviera aquí. Ella estaba llorando. No era tan fácil para ella viajar. Suspire. 

Luego fuimos a comer. 

-Conseguimos el vestido en un día -dije sin creerlo. 

-Falta el velo. -dijo Pauli.

-Por el momento ya tenemos una victoria -comento Sabi. Sonreí. 

-Gracias -le dije. Sin ella no habría vestido. Ella lo supo cuando lo vio. 

Pauli se debía llevar el vestido. Ney no podría verlo y es muy curioso. Podría encontrarlo en cualquier momento. Me llego un mensaje. 

"Perdimos. Ojala estuvieras aquí" era un mensaje de Ney. 

"Lo siento mucho, amor. Regresa ya" le respondí. 

Cuando terminamos de comer fui a la casa y me quede viendo una serie hasta quedarme dormida. Mañana regresa Ney y no podía esperar. Me levanté y tenía la sala llena de fotos, necesitaba escoger unas fotos de Sabi para una portada que tiene con una revista. Cuando levanté la mirada allí estaba él mirándome con una sonrisa. Sonreí y corrí hacia donde él. Me sostuvo y me beso. 

-Porque no me dijiste que ya estabas aquí -me queje. 

-Quería sorprenderte -llego antes. 

-No podías estar un minuto más sin verme. -dije y él asintió besándome.

-Además, debíamos regresar antes. -se burlo y yo le golpee el brazo. -¿Que es todo esto?

Tomo una foto y reconoció a Sabi. La dejo a un lado.

 -Va a estar en una portada. Quiere que la ayude a elegir. Pero creo que ya termine. -dije 

-Perfecto -regreso conmigo -, porque voy debemos ir a una reunión del equipo. Una cena. 

-¿Y yo debo ir? -pregunté.

-Bueno, podemos llevar acompañante. -dijo y yo sonreí.

-Esta bien. 

Me beso la cabeza. 

-Voy a dormir mientras sigues en lo tuyo. Estoy que no puedo de lo cansado que me siento. -respondió.

En la noche, me puse un vestido negro. Ney también estaba vestido de negro. Me mordí el labio. Se ve tan guapo cuando se viste de colores oscuros. 

-Deja de mirarme a mí o sino llegaremos tarde. -me advirtió mirándome desde el espejo mientras se ponía el reloj. Tragué. No me había dado cuenta que estaba embobada viéndolo. Me sonrojé y miré a otro lado. 

Me levanté inquieta.  

-te espero abajo -le dije para evitar que sucedieran otras cosas. Debemos llegar temprano. Suspire.

De camino al lugar pusimos música y al llegar me abrió la puerta para que yo saliera. Me dio la mano mientras salía del auto. Sonreí y le di un corto beso. Estamos en ese punto en el que terminaron los partidos porque ya viene el mundial, o algo parecido. Ney me explico pero no le entendí muy bien. En 2 meses estaremos viajando a Catar. 

Fue una cena formal, dieron algunas palabras y al final todos los jugadores se reunieron para hablar entre ellos. Muchos serán rivales en el mundial. Las chicas nos reunimos y yo estaba sentada con Antonella. Le estaba contando detalles sobre la boda. Lo que tenemos planeado, más que todo sobre el vestido. 

Ella me empezó a contar sobre los niños y que Mateo es muy travieso, que estaban pensando ir todos a acompañar a Leo para apoyarlo y lo ansiosa que estaba porque este es el último mundial de él. Sentía mucha presión pero trataba de ser un soporte para la familia en esto. 

-Ney también esta muy ansioso con el mundial, pero no me habla mucho sobre ello ya. -dije. 

-Es normal. Yo por ejemplo no entiendo mucho de futbol. Claro que entiendo la mayoría de cosas por todos los años que llevo con Leo. Algo debía quedarme.

Me reí. 

-Es complicado ser la mujer del 10. -era un chiste interno. Ella y yo éramos mujeres del 10. Ella se rio un poco conmigo. 

-Ay, Gabi. 

Llegaron los chicos para regresarnos a casa. Nos despedimos y quedamos con Antonella que debemos vernos antes de ir al mundial para definir a donde iremos juntos. Aunque ella tiene un grupo de las esposas de los jugadores de argentina y son muy unidas. Me dijo que me iba a invitar a una salida allá con ellas.

Llegamos a la casa y Neymar me cargo mientras me llevaba a la habitación. Me reí. 

-Pero, ¿Qué haces? -le pregunté entre risas.

-Crees que no me has tenido pensando toda la noche pensando en este momento y todo lo que te haré. -Tragué. 

-Oh -me miro y abrió la puerta de la habitación. Me dejo sobre la cama. 

No dejaba de verme pero no me tocaba. 

-¿Que pasa? -le pregunté. 

-Es que quiero arrancarte ese vestido pero estoy tratando de descubrir como -me reí de su comentario. 

Entonces me empecé a quitar el vestido de manera muy lenta mientras pensaba en lo feliz que estoy. Y lo feliz que él me hará hoy. Entonces estuvo toda la noche haciéndome suya. 

4 AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora