No supe que hacer, ni decir. Me sentía congelada. Una parte de mi quería cerrarle la puerta en la cara. La otra parte... pestañee, consciente de hacía donde iban mis pensamientos. Él solo estaba ahí sonriendo esperando que reaccionara. Tenía esa sonrisa burlona y en sus ojos había diversión. Suspire y lo miré enojada, él sonrió más.
-Me gusta. -dijo, entrando a la casa como si nada.
-¿Pero que haces? -le exigí siguiéndolo con la mirada.
Él parece que decidió ignorar mi pregunta, empezó a caminar por toda la casa como si fuera la suya, como si la estuviera examinando. Tocaba los muebles y miraba todo muy detenidamente. Frunció el ceño. Entonces vio unas fotos mías y de Simón que tenía sobre un mueble. Se acerco a verlas de cerca. Iba a detenerlo pero no pude mover un pie. Sentí la garganta seca.
-Así que él es... ¿Simón? -me miro esperando una respuesta. No la tuvo, así que asintió con una media sonrisa y dejo la foto en su lugar.
No sabía que conociera quién era. Digo, claramente le habrán hablado de él, pero no he publicado nuestra relación y al principio nos cuidamos mucho. Tuvo que buscar mucho para dar con él. No creo que Paulina se lo haya enseñado. ¿No...?
Siguió revisando la casa, la verdad yo no entendía que estaba haciendo. Tampoco sabía como echarlo de la casa. Espere a que terminará, cuando lo hizo se sentó en el sofá y me miró. Alcé una ceja. Él señalo la silla que estaba al lado de él.
-¿Que quieres, Neymar?
-Siéntate -pidió con voz baja.
-No quiero. -dije firmemente sin dejar de mirarle.
Rió un poco, pero parecía una risa de frustración. Respiro hondo y entonces me miro. Le sostuve la mirada, esta batalla debo ganarla yo. Se levanto y empezó a acercarse. Mi corazón empezó a acelerarse. Estúpido corazón, todavía reacciona con él. Se detuvo frente a mí.
-Esta no eres tú -fue lo que dijo. Esa respuesta me ofendió mucho más. Puse los ojos en blanco, entonces su mano tomo la mía, mi reflejo fue quitarla pero el la agarro. Lo miré. -Por favor.
Mi cuerpo le respondió. Odiaba esto. Me senté y él se sentó frente a mí, sobre la mesita. No lo miré, me sentía enojada conmigo misma a este punto.
-Gabriela... -no me dijo nada hasta que le mire. Me sonrió. Negué con la cabeza mientras puse los ojos en blanco.
-¿Que quieres?
-Saber que estas bien. Que estas sana. Que necesitas... -sentí las palabras que no dijo. Mi mal humor se fue ablandando un poco.
-Estoy bien -le dije. Fue lo único que pude decirle.
-Gabriela, independientemente de todo lo que sucedió... quiero seguir en tu vida. La última vez que hablamos... -ese recuerdo era como una cachetada para mí, y él lo notó. -todo lo que estaba sucediendo. No quería herirte, no quería que esto... my lo...
Se detuvo. Lo miré, mi respiración se aceleró. "My love"
-Tienes que irte -le dije inmediatamente. Él sonrió, parecía como si hubiera obtenido lo que estaba buscando. Asintió.
-Gabriela, ahora que estas aquí...Paulina te extraña mucho. Sé que la debes extrañar. -miro alrededor -Trata de recuperarla. Ella es la persona que siempre ha estado para tí.
-Yo la veo muy bien -dije firmemente.
-Estas herida. Lo sé. No dejes que eso te ciegue. O que otras personas lo hagan. -miro la foto mía con Simón, entonces se levantó y yo me levanté de manera automática. Estuvimos frente a frente por un segundo, pero di un paso atrás enseguida. Él camino a la puerta. Lo seguí. Abrió la puerta y entonces me miro, estaba a su lado. -Piensa lo que te dije, por favor, Babygirl.

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4 Años
FanfictionLa espera de 4 años para vivir el mundial termino, pero nunca pensé que iba a tener un ex-novio que jugara en este.