Capitulo especial: by Neymar (parte 2).

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Pude sentir como alguien me sacudía un poco, sacándome del sueño en el que estaba, colocándome un poco de mal humor. Abrí los ojos un poco confundido y vi a Gabriela frente a mí, entonces mi molestia se calmo un poco.

-¿Que sucede, babygirl? -le pregunte.

-Neymar, debes irte. Viene Simón y no puede verte. Por favor. -me dijo, pude ver que estaba asustada y que no quería estar en problemas. Eso me volvió a molestar un poco, lastimosamente no puedo hacer nada para cambiar esa situación. 

-Esta bien. Dejame ir al baño un momento y me voy. -fue lo que le dije.

Me metí al baño para tratar de calmarme un poco, me lave la cara y respire profundo. Entonces, salí del baño y le dije:

-Ya me voy. -Parecía desesperada por que me fuera.

-Gracias -escuche que me dijo mientras abrí la puerta, no le respondí. 

Me puso de mal humor. ¿Para que me pide que me quede con ella? Salí rápidamente de allí y antes de tomar un auto para ir a mi casa me di cuenta que deje mi celular en la casa de Gabriela.

-Mierda -susurre. No puedo devolverme por el, claramente. tendré que esperar a que me lo devuelva. Ella tiene el número de Paulina.

Tome un auto y al llegar a la casa me puse a jugar videojuegos para distraer mi mente. Pero estaba jugando re mal. Eso me enojaba más. Me dirigí a la cocina y tome un trago, es temprano para tomar pero lo necesito. Igual solo era un trago. Tampoco tenía mi teléfono y no había podido hablar con nadie. Estuve un rato viendo una repetición de un partido, pero realmente no estaba prestándole atención completamente. 

Sonó el teléfono de la casa, me levanté para responder. 

-Señor Neymar -me habló mi chofer, Julian.

-Dimelo, Juli -le respondí casual. Aunque ellos se dan cuenta cuando estoy de mal humor. 

-Señor Neymar vino la señora Gabriela -dijo, lo escuche un poco raro. 

-¿La dejaron pasar? 

-Si... pero... -no encontraba las palabras y yo fruncí el ceño. 

-¿Que sucede, Juli? -le pregunté más a modo de demanda. 

-Es que no se ve nada bien. -me dijo y yo no comprendí nada. 

-¿A que te refieres? 

-Señor, esta herida. 

Corté la llamada. Salí corriendo a la puerta, la vi un poco lejos de la puerta y me detuve en seco. No solamente estaba herida, esta golpeada. Se ve claramente. Ella siguió caminando hasta donde yo estaba. Mi respiración se aceleró. Tal vez la ha golpeado en varias ocasiones y por eso tenía miedo cuando me pidió que me fuera de su casa. Ese pensamiento me enojo más. Se detuvo frente a mí, parecía agotada. 

-Voy a partirle la madre -dije cegado de odio. Entonces Gabriela puso su mano sobre mi pecho y al hacer ese movimiento se quejo de dolor tocando su abdomen. Sus brazos estaban llenos de morados, su labio estaba reventado, tenía sangre en su blusa. Solo me miro y empezaron a caer lagrimas de sus ojos, lo que me lleno de impotencia. Ahora debo estar con ella.

La rodee con mis brazos con cuidado de no lastimarla. Pero, estaba molesto. Estuve todo el día molesto y esto no lo voy a dejar pasar. 

-Lo siento, Babygirl. -le dije.

-No me sueltes -su voz era muy bajita, pero le entendí completamente, como si me fuera gritado. La cargue con cuidado, aún así ella se quejo de dolor. La subí hasta mi habitación y la deje en la cama. Debo llamar a alguien para que la ayude con sus heridas, estaba llena de sangre, en su herida del brazo y su abdomen.

4 AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora