La escoba frotándose contra el suelo sonaba fuerte en los oídos de Heungmin o al menos eso deseaba, que su trabajo tape todo lo que estaba a su alrededor. Frunció el ceño y le dio una mirada rápida a su primo que seguía charlando con sus tres compañeras.
Había venido sólo para molestarlo, no había motivos para que Guesung esté allí un sábado. Pero ahí estaba, sonriéndole ladino cuando sus miradas se cruzaban. Negó con la cabeza sin miedo a que su primo lo vea, molesto, enojado, estresado.
—Idiota— se quejó en coreano, porque cuando estaba molesto era el primer idioma que le salía de la boca.
Junto lo último de polvo y, una vez tiró todo en la basura, se fue al fondo. Guesung le guiñó cuando pasó. Se dejó caer en la silla de la zona de descanso con fuerza, tapándose la cara y echando un suspiro pesado. Se frotó los ojos antes de mirar su reloj.
Faltaba media hora para cerrar. Sonrió.
Fue la emoción o la ansiedad quizás, pero para eso de las ocho ya estaba todo cerrado en el local. Heungmin cargaba su mochila y bolsa de siempre. Las bajó al suelo para cerrar el portón. Distraído, buscando la llave, no sintió la presencia detrás suyo.
—Llevaré las cosas al auto mientras terminas de hacer eso— dijo Guesung. Una suavidad sospechosa en su voz dejaba a Heungmin extrañado.
—Deja esas cosas ahí— Heungmin se oía antipático. Empezaba a perder la paciencia. —No pienso ir contigo— Recalcó sin necesidad de mirarlo. De repente, se dió cuenta de lo filoso que había sido con su primo. Se quiso tapar la boca. —Es decir, yo me encargo. No te preocupes—
—Yo te llevaré. No quiero que te quedes a medio camino, hyung— Guesung agarró la mochila y bolsa de Heungmin que se quedaba callado en su lugar, tratando de no volver a gritarle a su primo menor de esa manera. —Te esperaré en el auto—
Antes de correr a guesung, miró en la dirección donde se supone el auto de cristian vendría a buscarlo. No lo vio. Prefirió cerrar la puerta del local antes de salir.
Cerró el portón detrás suyo y vio el auto de Guesung justo frente a sus pies. En el asiento del piloto, estaba él.
—Vamos, Heungmin hyung— Guesung se puso firme en su posición y abrió la puerta del copiloto. —Por favor—
Heungmin y Guesung cruzaron miradas. Suspiró largo.
—Ya vámonos, Guesung—Nada venía por la avenida. La desolada calle de sábado se perdía en los vidrios polarizados del auto rojo. Se sentía cada vez más lejos de casa. Heungmin no sabía porqué.
hoy estoy así
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Friday (I'm in Love) | Cutison.
FanfictionPerdido en la ciudad que no ve nevar. Buenos Aires, 2007. Él aprendía a vivir solo cuando la casualidad lo llevó a abrir viejas heridas que creyó haber cerrado y amores que juró haber olvidado. ¿Hasta dónde somos nosotros mismos? Cristian volvía a...