—Papi.
—Hijo.
Valentino dejó de mirar la tele para darle una mirada a su papá que estaba con toda la atención encima suyo. De fondo, los dibujitos que le gustaban al nene.
—¿Por qué no querés a mamá?
—¿Uhm?
—Ella dijo que te quiere mucho.
—No sé, Valen. —No quiso responder. Bajó la mirada. Se puso mal. —No es tan fácil.
Valentino entendió. Miró de vuelta a la tele, viendo ese programa de las siete de la tarde que no solía ver seguido desde que habían empezado a ir al club. Ese día pudo verlo, por suerte.
Entonces, otra cuestión.
—¿Y a Malmolaro querés?
—Sí, lo quiero.
"Hmm" pensó Valen en voz alta, llevándose el dedo a la boca.
—¿A tío Paulo?
—Sí, también.
—¡A tío Nahuel!
Hizo una mueca con la boca, como diciendo más o menos.
—¿Por qué?
—Estoy enojado con tu tío Nahuel.
—Entonces estás enojado con mamá —concluyó Valentino.
—Con mamá es distinto, Valen. No estoy enojado pero tampoco la quiero. —Se recostó en su mano, cayendo sobre el sillón con sueño. Su voz se hizo lenta, suave, como si apenas pudiera salir de su boca. —No siento nada.
Valentino entendió.
—¿Y a tío Lisandro?
—A él sí.
—¿A mi amigo?
Cristian miró a Valentino, esperando una explicación. Su respiración se detuvo por un segundo, preparándose para el golpe.
—¡A Sonny! ¡Mi amigo!
Hubo un silencio, una pequeña sonrisa y un pinchacito en el corazón. Dolía menos que el calorcito que recorrió su pecho.
—Sí, a él lo quiero un montón. —Suspiró un poco entristecido. —Él está enojado conmigo, pero yo todavía lo quiero. Lo quiero mucho.
Valentino entendió.
—¿Y a mí?
—A vos te amo. —Le regaló una sonrisa. —Me iría hasta el fin del mundo con vos.
—Yo amo a Malmolaro.
Se rió con su hijo. La noche de viernes se va, dejando querencias pasar, dolores ser y que la vida, sorprenda.
estoy act mucho pq tengo q terminar el fic antes de que empiecen las clases aaaa qn me mandó a ser adulto
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Friday (I'm in Love) | Cutison.
Hayran KurguPerdido en la ciudad que no ve nevar. Buenos Aires, 2007. Él aprendía a vivir solo cuando la casualidad lo llevó a abrir viejas heridas que creyó haber cerrado y amores que juró haber olvidado. ¿Hasta dónde somos nosotros mismos? Cristian volvía a...