🐆・𝐂APÍTULO DIECISIETE

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"Emboscada"

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"Emboscada"

🐆 ; A T Z I N

—Hazlo rápido. —murmura Giulio, tomando asiento detrás de su escritorio, extiende su mano izquierda sobre éste.

—¿Cuál quieres?

—El meñique.

—Como pidas —entierro el cuchillo, su cara se retuerce levemente por dolor pero se rehusa a gritar—. Me alegra que no hayas puesto resistencia... supongo que ya estás acostumbrado después de tus tratos con Sergei, ¿no?

—No sigas, te di gusto en cortarme un puto dedo, no puedes tenerlo todo.

—Tú tampoco, por lo visto. Tienes poder, dinero... respeto, pero le diste la espalda a tu propia familia.

Salgo de su oficina, dejándolo solo, esperando que ocurra un milagro y pueda entrar en razón. En el pasillo me encuentro con Diego, cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

—¿Sabes? No entendí nada de lo que acaba de pasar.

—Giulio comprometió a Cara con el jefe de la Bratva a cambio de que le ayude a vengarse de Dalil.

—¿No es algo normal en la mafia?

—Sí, pero Sergei es un anciano que ya tiene un pie en la tumba. Además, es famoso por ser un violento de lo peor, ni sus esposas se salvan.

—Ah. ¿Qué vas a hacer al respecto?

—Esperaré a que Giulio entre en razón, si no lo hace, mataré a Sergei antes de que se casen.

—¿No puedes intervenir antes?

—No sin revelar mi identidad.

Asiente, comprendiendo la situación.

—Llamó Alondra, dice que está siguiendo el paso de la SENAA, parecen estar muy insistentes en acabar con tus negocios.

—Que lo intenten, soy demasiado ineptos para lograrlo.

»Planeaba quedarme más días aquí, pero regresaremos mañana. No pienso decirle nada a Giulio sobre Dalil, que se lo diga Sergei si tan amigos son ahora.

Lo dejo en el pasillo, yendo hacia mi habitación, donde reviso asuntos de mis negocios. Aprovecho para investigar todo lo que puedo sobre Sergei, preguntándole a algunos de mis socios. No me dicen mucho más de lo que ya sé desgraciadamente, sólo la ubicación de sus casas recurrentes y el nombre de algunas de sus queridas favoritas.

¿Qué mierda hace con ellas? Está tan viejo que ni siquiera creo que se le siga parando el miembro. Sería antinatural.

Pero existe cada pervertido en el mundo que no me sorprendería que disfrute haciendo otro tipo de cosas con ellas. No parece del tipo convencional, honestamente.

MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora