🐆・𝐂APÍTULO VEINTISIETE

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"Velorio"

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"Velorio"

1 de noviembre de 2019.

🐆 ; D I E G O

Estoy tranquilo, tomando mi desayuno.

Si por tranquilo podemos contar a estar ideando mil y un maneras de torturar a Damien.

Pero eso básicamente, estoy en mis asuntos cuando escucho la puerta abrirse y la voz de Alondra preguntando algo en italiano. Inmediatamente dejo mi comida a un lado y me dirijo a la entrada, sólo para ver a Atzin caminar hacia ella, intenta preguntarle algo pero se calla en cuanto me ve.

—Buenos días. —saludo.

—Buenos días.

»Vamos al despacho de Giulio. —se dirige a la rubia.

¿No estoy invitado? Pensé que ambos éramos su mano derecha.

Espero por un "tú también, Diego", pero nunca llega. Simplemente se alejan juntas, dejándome solo, con más dudas que respuestas.

Siento la necesidad de ir detrás de ellas y espiar su conversación, sin embargo, milagrosamente soy capaz de aguantar el impulso. Puedo ser muy orgulloso a veces.

Pero eso no quita que cuento cada maldito minuto que pasan encerradas.

El problema es que después me surge la sospecha de que me está ignorando. Sospecha que se ve motivada por el hecho de que no logro encontrarla en casi dos horas. Por un momento, la idea de que esté con Damien cruza mi mente, pero la deshecho al encontrármelo en el comedor.

Después pienso que puede estar con Cara, pero la encuentro viendo la televisión.

¿Dónde mierda se metió?

Estoy a punto de arrancarme el cabello, hasta que la veo en el patio trasero, sentada delante de un estanque. Debato momentáneamente si debo acercarme, pero ¿a quién engaño? Mis pies avanzan hacia ella sin importarles lo que opine mi cerebro. Camino hacia ella sin siquiera darme cuenta.

Escucha mis pasos y voltea para verme. El problema es que su cara luce tan fría como la primera vez que la vi.

Volvió a enmascararse.

—Hola. —saludo, sentándome a su lado en la banca.

No me pienso ir de aquí sin obtener respuestas.

—Hola. —incluso su voz carece de emociones.

—¿Qué está pasando?

—¿Con qué?

—Contigo.

—Nada.

—Sí, claro, y por eso no me puedes ver a los ojos.

MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora