«Cuando tú vas, La Parca ya fue y vino dos veces»
La Parca es líder del cártel más importante en México, es el ser más temido en el país y gran parte del mundo, nadie ha visto su rostro, mucho menos conocen su nombre real. Y, a decir verdad, nadie q...
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"Otro Golpe"
2 de noviembre de 2019.
🐆 ; D I E G O❞
El día de ayer fue una total y completa mierda. Me sentí completamente fuera de lugar, como si sobrara. Y es una de las peores sensaciones que cualquier persona podría experimentar.
Primero, el desplante de Atzin que me tuvo el resto de la tarde pensando en qué le está pasando. Después, la maldita cena de compromiso entre Cara y un hombre que claramente no es Sergei, y que después me enteré que es su hijo, fue completamente en italiano.
Entendí a medias lo que hablaban porque el italiano y el español son parecidos, pero eso no quita que me haya sentido inservible e inútil.
No sé qué es lo que está pasando, mucho menos qué pasará. Sin embargo, estoy decidido a hacer que eso cambie.
Me dirijo a la habitación de Atzin, después de buscarla por toda la mansión, principalmente el estanque en el que estaba ayer, es el único lugar que me queda.
Pego la oreja a la puerta, queriendo escuchar si está adentro... o si está con alguien. No escucho nada y decido entrar. Si toco preguntará "¿quién es?" y si le digo la verdad es probable que no quiera abrirme.
Y no estoy de humor para eso.
Me imagino que sigue dormida, porque es lo que debería de estar haciendo.
Ayer, de lo poco que pude entender durante la cena, fue que el ruso mencionó la ubicación de Dalil. Parece que le van a hacer un ataque lo antes posible, y claramente, conociendo lo testaruda que es esta mujer, querrá ir a dirigir la operación.
Pero me quedo petrificado en la puerta al verla. No sé cómo reaccionar.
Está en el centro de su habitación, de rodillas y con la cabeza apoyada en el suelo. La habitación está llena de incienso. Su espalda tiembla levemente, y por los pequeños ruidos que emite, puedo asegurar que está llorando.
Ahora estoy incluso más confundido que hace cinco minutos.
Como si sintiera mi presencia, levanta la cabeza. Tiene los ojos rojos e hinchados, con la cara llena de lágrimas.
—¿Estás bien?
Tarda en responder, sentándose sobre sus talones mientras se limpia las lágrimas.
—Hoy es mi cumpleaños.
¿Por eso estaba actuando así? No lo creo, Atzin no es ese tipo de personas. Algo más le está afectando.
—Felicidades.
No sé qué más decir. Para empezar, eso ni siquiera explica porqué está llorando.