🐆・𝐂APÍTULO VEINTE

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"Ajuste de Cuentas"

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"Ajuste de Cuentas"

3 de octubre de 2019.

🐆 ; A T Z I N

Doy una calada al cigarrillo, reteniéndolo por unos segundos antes de dejar salir el humo y tirarlo al suelo, aplastándolo con la suela de mi zapato para apagarlo. No suelo fumar, pero me ayuda en situaciones de estrés. Esta es una de ellas.

Estamos vigilando el laboratorio de Dalil, esperando el momento adecuado para atacar.

Rentamos cuartos en un hotel cercano, dentro de todo el equipo que transportamos incluimos unos binoculares para poder observar desde aquí. Como el imbécil de Sergei decidió entrometerse mandando sus hombres, no puedo ir a la acción y me tocará vigilar desde la lejanía y darle órdenes a Diego.

El sol cayó hace un par de horas, pero en este lugar hace un calor horrible y pareciera que es el medio día.

—¿Qué estamos esperando? —pregunta Diego, impaciente.

Está recostado sobre la cama, mirando hacia el techo mientras avienta una pelota y la atrapa. Aparte de ser irrespetuoso, es hiperactivo y se aburre con facilidad. Siempre debe estar haciendo algo.

—El cambio de guardia. —contesto, sin despegar la vista del objetivo.

—¿Por qué?

—Porque se creerán que los otros acaban de revisar, empezarán confiados y no se esperarán un ataque.

—Si tú lo dices.

—¿No confías en mis estrategias?

—No es eso, simplemente no le veo la diferencia en atacar ahora o atacar después.

—Y por eso es que yo estoy al mando. —reviso mi reloj.

Si la información que me dio Sergei es certera, el cambio de guardia debería de ser en quince minutos.

»Comiencen a salir, en pequeños grupos, no más de cuatro al mismo tiempo y con diferentes tiempos de espacio entre cada uno. Tú ve primero.

—Está bien, ¿sabes hablar ruso?

—Sí, ¿por qué?

—Porque los hombres de Sergei no hablan español, así que supongo que tendrás que dictarme las órdenes.

Despego la mirada de la ventana para anotar en un pedazo de papel la orden de como deben salir. Se la entrego cuando termino.

—El resto de órdenes las entenderán con señas.

—¿Como cuáles?

—¿No te las enseñó Alondra cuando te entrenó?

Ahhh, no sabía que eran universales.

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